Actualizado 29/01/2019 22:31

Ceuta rechaza participar en la marcha por la tragedia de Tarajal y defiende su solidaridad

CEUTA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Ceuta, Emilio Carreira, ha adelantado este martes en la Cámara autonómica que la VI Marcha por la Dignidad que tendrá lugar en la ciudad el próximo 9 de febrero para conmemorar la tragedia migratoria que se saldó con 15 personas de origen subsahariano muertas junto al espigón marítimo fronterizo del Tarajal en 2014 tampoco contará con presencia gubernamental.

"No necesitamos ninguna marcha para reivindicarnos, sino que dejen de apuntarnos con el dedo quienes nos señalan como un lugar donde se atenta contra la dignidad humana porque eso va contra la imagen y contra el interés general de la ciudad", ha distinguido.

El PP ha rechazado con su mayoría absoluta una propuesta de la coalición Caballas para "apoyar" la iniciativa, auspiciada por decenas de organizaciones no gubernamentales con el propósito de "exigir una política migratoria basada en el más absoluto respeto a los Derechos Humanos". Según Carreira, Ceuta "no se merece ser sede" de esta movilización y "violentar una frontera no es un derecho humano cuando hay normas que permiten cruzarla".

"Lo que tenemos que hacer desde el Gobierno es respetar y hacer respetar las leyes", ha advertido el también consejero de Turismo, que ha remarcado que aunque "es verdad que el Mediterráneo está lleno de cadáveres procedentes en su mayoría del norte de África" también lo es que "si hay una ciudad que ha demostrado siempre solidaridad es Ceuta, donde todo el que viene a integrarse, trabajar y cooperar con los demás puede hacer de ésta su tierra".

El portavoz de Caballas, Mohamed Ali, ha valorado que los sucesos del 6 de febrero de 2014 "se han convertido en un símbolo de las políticas migratorias crueles e injustas que aplican con terrible frialdad los Gobiernos europeos, incluido el español, y los actos que rememoran aquel episodio tienen un gran valor porque actúan como un aguijonazo en la conciencia de una Europa insensible".

Desde su punto de vista, las denominadas 'Marchas por la Dignidad' que se organizan cada febrero desde entonces "pretenden ser un canto a la defensa de los Derechos Humanos como código ético universal que a todos nos debe vincular para no aceptar ni ser indiferentes ante una política que trata a los seres humanos como mera mercancía, que no pestañea cuando los mutila en sus concertinas asesinas o cuando los abandonan a su suerte aún sabiendo que la muerte los acecha".