Publicado 13/01/2022 16:07

El profesor de Ceuta acusado de corromper y abusar de alumnos niega que intimase con ellos "con ánimo sexual"

Exprofesor del Colegio San Agustín declara durante un juicio acusado por presuntos delitos sexuales ante su abogado, en la Sección VI Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
Exprofesor del Colegio San Agustín declara durante un juicio acusado por presuntos delitos sexuales ante su abogado, en la Sección VI Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta - Antonio Sempere - Europa Press

CEUTA, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta ha suspendido hasta el 27 de enero las sesiones del juicio oral que ha celebrado en horario de mañana y tarde desde el lunes con un profesor jubilado del Colegio San Agustín de la ciudad autónoma acusado de la comisión de ocho presuntos delitos de naturaleza sexual sobre menores con los que había intimado como alumnos o en la Cofradía de Las Penas.

Durante su declaración, en la que solo ha respondido a las preguntas de su defensa, el procesado ha negado "ánimo sexual, perverso o libidinoso" en su trato con los niños, con los que mantenía conversaciones sobre sexo por Whatsapp tratándose con apelativos como 'mi amor' o 'mi vida', hacía regalos, invitaba a restaurantes caros, depilaba o masajeaba y supuestamente fotografiaba con poca ropa, en poses sensuales o totalmente desnudos.

La Fiscalía pide para el exdocente, que fue apartado del centro en el que trabajaba varios meses después de ser denunciado en noviembre de 2017 por la madre de un alumno, más de 40 años de cárcel por la comisión de ocho presuntos delitos de elaboración y tenencia de pornografía infantil, corrupción de menores, abuso sexual a menor de 16 años, inducción a la prostitución a menores en distintas variantes y 'sexting'.

La Sala ya ha escuchado declarar a una quincena de varones con entre 18 y 33 años que formaron parte del grupo de 'los especiales' con los que el acusado trababa una relación más cercana, aunque solo el hijo de la denunciante le ha señalado como autor de fotografías suyas sin ropa y ha atribuido una voluntad "sexual" a su comportamiento. El resto ha declarado que la inmensa mayoría de las imágenes encontradas por la Guardia Civil en su poder fueron tomadas por ellos mismos con el teléfono móvil del procesado, que ha negado saber acceder a páginas web pornográficas a pesar del "gran número" de contenido de ese tipo, "sobre todo masculino", localizado por los investigadores en su ordenador.

"¿Llevó a los niños a normalizar la recepción de regalos a cambio de hacer cosas que a usted le gustasen? ¿Regateó con un mayor de edad sobre cuánto dinero le daría en función de cuántos vídeos le mandase masturbándose? ¿Me podría explicar las fotos de niños totalmente desnudos en viajes o su casa? ¿Se inspiraba en imágenes de páginas porno para colocar a los niños? ¿Se ponía celoso porque los chicos preferían estar con sus novias a con usted? ¿Los sacaba de clase para llevarlos al laboratorio? ¿Tenía conversaciones de madrugada sobre sus experiencias sexuales", le ha preguntado durante dos horas la fiscal sin conseguir ninguna contestación.

"Yo tenía fama de ser de los más rígidos en clase, pero fuera de las aulas hablaba su mismo lenguaje, me mimetizaba con ellos porque me adapto muy bien a los jóvenes", ha alegado durante su testifical, en la que ha asegurado que los menores iban a su casa "a ver el fútbol con mi padre", que los ayudaba a depilarse "para que no se quemasen con la crema" y que si alguno le masajeó fue "por encima de la ropa" para calmar sus dolencias de cervicales.

"Desde hace cinco años no puedo ni pasear por el centro de Ceuta y me han convertido en un leproso con un linchamiento mediático constante", ha lamentado el acusado, que ha negado rotundamente haber hecho las fotografías de un alumno totalmente desnudo en su casa que motivaron su detención durante el registro de su domicilio que la Guardia Civil acordó realizar antes de arrestarle para ser "garantista" y constatar si tras las conversaciones con uno de sus pupilos que "no parecían normales" podían existir más posibles víctimas o algún comportamiento delictivo.

Según el auto que puso fin a la instrucción del caso, la investigación dejó "indiciariamente" constatado que el exprofesor contactó con alumnos menores de edad tanto presencialmente como por teléfono e Internet para pedirles fotos desnudos ("parte de ellas en actitud sicalíptica [erótica]") que "fue acumulando para su personal uso".

También habría "promovido activamente el desarrollo precoz y tendencial de la vida sexual" de jóvenes "dando incluso indicaciones que exceden notoriamente de su condición de profesor" y realizado "actos concretos de abuso sexual con menores", siendo el eventual consentimiento de estos "irrelevante jurídicamente", añade el documento.