10 años de la "Era Letizia"

10 Años De La
Foto: EUROPA PRESS 

MADRID, 1 Nov. (CHANCE) -

   10 años han pasado desde que Casa Real anunciara el compromiso del Príncipe con una periodista. Con este comunicado comenzaba la "Era Letizia"...

   Pero, ¿cómo se vivieron esos días? ¿qué pasó las horas previas al anuncio e inmediatamente de conocerse?

   Aquella periodista de grandes ojos verdes, que estuvo trabajando primero en el Canal 24 horas, y que luego llegaba cada noche al telediario nocturno de la Tve tenía encadilado a su máximo seguidor, el heredero de la Corona.

   Su primera aparición juntos fue en los Premios Príncipe de Asturias donde nadie presagiaba nada y ella cubría como periodista para la cadena en la que trabajaba.

   Pocos días después el rumor se gestaba y se hacía más extensible que el Príncipe tenía novia pero, ¿quién?. Si había renunciado a su amor con Eva Sannum por su responsabilidad con la Corona, las posibilidades se reducían. Tenía que ser como poco, como poco aristócrata.

   Ya el viernes 31 de octubre, los rumores del incesante anuncio con una periodista comenzaban a fluir en las redacciones de todos los medios. De nuevo las quinielas volvían a sonar con más fuerza. La propia Terelu, se lanzaba a la piscina dejando caer que tenía apellido de magdalena. Se comenzaron a sortear nombres, hasta que alguien mencionó el apellido Ortiz. Nada cuadraba ya que Ortiz era separada y casada por lo civil. Lo cual era la mejor baza por para poder casarse por no ser óbice alguno para contraer matrimonio por la Iglesia.

   Ese mismo viernes unos cuantos avezados fotógrafos hacían guardia a las puertas de torre España. Letizia daría su último telediario antes de anunciarse su compromiso y dejaría de ejercer su ejercicio y su vocación en "una decisión muy madurada fruto de reflexiones muy intensas y de la solidez del profundo amor que nos tenemos", como expresaran días más tarde.

   Pero Letizia Ortiz no saldría por la tradicional puerta, sino que la abrirían solo para ella esas puertas de O'Donnell que nunca se abren, y lo haría en el coche de Alfredo Urdaci con escoltas del propio presentador.

   Llegó a Ladera de los Almendros, 40 para hacer las maletas y dejar para siempre el que sería su domicilio. Al día siguiente salía a las siete de la mañana con una gran maleta, tan solo viéndola su portero que poco podía imaginar que intentaba ayudar con el equipaje a la que se convertiría en su Princesa de Asturias.

   Letizia dejó todo, hasta una colección de libro que estaba haciendo de el periódico El País sin recoger en el quiosco cercano a su casa.

   Un hábil Luis María Ansón dedicaba una página entera de su periódico a Letizia Ortiz sobre su gran actividad como profesional y su credibilidad. Una manera muy sutil de no decir nada diciendo todo.

   Durante todo el día y a medida que transcurría la tarde, el runrún era cada vez más incesante, el anuncio del compromiso está al caer. Las redacciones eran una hervidero constantes y las llamadas no dejaban de sonar preguntando cuando se iba a anunciar y todos movilizados.

  ¿Quién era ella? ¿Sus padres dónde estaban? ¿A qué se dedicaban? ¿Cómo fue su primera boda? Novios, amigos... y todo lo que tuviera que ver con el mundo Letizia era objeto de deseo. Almendralejo, Guadalajara, Alicante y como no Asturias y hasta Oslo, los destinos inevitables para los fotógrafos y periodistas.  

   Almendralejo: Destino obligatorio. Nunca 372 kilómetros -desde Madrid- se hicieron tan rápidos. Allí se celebró la primera boda de Letizia con el que fuera su profesor, Alonso Guerrero. Conseguir las fotos de la boda era objeto de presa. Estas fotografías que casi consiguen ver la luz pero que iban a ser para el mejor postor desaparecieron de la faz de la tierra y Almendralejo enmudeció. Poco a poco Letizia se quedó sin pasado.

   Guadalajara: Su anterior marido, Alonso Guerrero, vivía en un chalecito con su pareja. Poco nada habló nunca el profesor y también escritor. El mismo gallo cantaría a David Tejera, el que fuese novio de la asturiana que se enteró como toda España por televisión del principesco compromiso. Según Carmen Duerto, Tejera era llamado al día siguiente para que acudiera a Zarzuela solo y él dijo que lo haría acompañado de su hermano. Lo que allí sucedió y lo que allí le explicaron, quizá algún día se sepa, en forma de literatura o como documento histórico o quizá no, añade la periodista.

   Asturias: paraje ineludible donde Letizia se crió. Sus abuelos paternos -José Luis Ortiz y Menchu Álvarez del Valle periodista también- vivían en la localidad de Xardeu. Lugar de interés turístico en la actualidad, en aquel entonces llegar hasta allí, arriba en las montañas era harto complicado, teniendo en cuenta que hay una casa cada 400 metros y que a saber "ande andaría" Menchu. Fue en Casa Litri -ahora incondicional parada para tomar algo si sucede algo relacionado con Letizia- donde el propio Litri, sin saber lo que pasaba, les decía donde vivía Menchu.

   Nada más tocar la puerta, Menchu cerró de golpe invadida por no saber como reaccionar ante semejante noticia, luego después la relación sería lo más cordial, sabiendo hasta donde podía llegar. Muchas guardias aparcados en el orrio de su casa ha hecho la prensa, una situación de la que poco queda ya que no se puede acercar. Los abuelos de Letizia también perderían su teléfono inalámbrico para evitar cualquier escucha y su número desaparecería de las páginas blancas.

   Un suma y sigue que también pasó a sus abuelos maternos situados en Alicante. Enriqueta y Francisco fueron y han sido quizá los más naturales hablando y don Francisco mostró su ilusión interceptado al ir a comprar el periódico y el pan.

   Mención aparte ocupaban sus padres, Paloma Rocasolano y Jesús Órtiz, de la que jamás ha salido esta boca es mía y aquella Telma que ni Pippa Middleton le llegaba a la altura de los talones y que poco a poco todo su encanto y dulzura se perdieron no se sabe aún por donde. Si Pippa se ha convertido en la hermanísima de Kate, igual o más lo era Telma, guapa y dulce como ella sola por aquel entonces.

   Mientras los Príncipes pusieron rumbo a Praga para quitarse del foco mediático, el Rey se encontraba de cacería en la finca jerezana de un familiar de Juan Abelló y la Reina en vísperas de su cumpleaños. A su vuelta, Letizia regresó a su domicilio, en varias ocasiones a recoger sus pertenencias en su mítico Audi A3 conducido por ella misma.

   Todo lo que tuviera que ver con Letizia era desgranado al milímetro como realmente ha sucedido hasta hora. Su Armani -con zapatos a cuenta de la Infanta Elena- que lució en su pedida cinco días más tarde, en el Palacio Zarzuela, fue el éxito absoluto de la versión que hizo Zara, colocado estratégicamente en cada una de sus tiendas. Su famoso traje de chaqueta con cuello chimenea fue de lo más críticado por algunos y de lo más alabado por el clamor popular que fue su traje fetiche de esa temporada y la primavera.

   Incondicional de Adolfo Domínguez en muchos de sus telediarios, muchas mujeres querían hacerse con sus modelitos. Mención especial tiene su visita a la famosa zapatería Lurueña, cuando la prometida del Príncipe llegaba con escoltas, una nueva situación en su vida. La expectación era tan grande entre prensa y gente que pasaba por Serrano que acabaron yéndose de lo más rápido.

   Todo lo que hiciera y lo que llevara Letizia era de interés. De hecho nada más conocerse la noticia, cuando "internet" no era más tan dominado por todos alguien registró de inmediato el dominio Letizia Ortiz.

   Pese a quien le pese se ha convertido en una de las reinas del papel couché y cuando no hay portada con noticia es el recurso más lucido junto o muy por encima de Carolina y Carlota de Mónaco y Kate Middleton.

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