MADRID, 11 Abr. (CHANCE) -
Cayetano Martínez de Irujo tiene su corazoncito. El hijo de la duquesa de Alba quiere hacer llegar un mensaje de concienciación a la sociedad acerca del drama de los refugiados. Y para ello no hay mejor forma que dar ejemplo, tal y como ha hecho el duque de Arjona y conde de Salvatierra, dando cobijo a una familia de refugiados sirios en su finca de Las Arroyuelas de Carmona de Sevilla.
La familia que se aloja en una de las propiedades de Cayetano Martínez de Irujo se compone de un hombre de 50 años y urólogo, Saleh Abou Saleh, su esposa y sus dos hijos. Dima, la mujer de Saleh tiene 35 años y es diseñadora de profesión. Tanto el matrimonio como el duque están indignados con la situación que está viviendo el pueblo sirio, y especialmente con la actitud de muchos europeos que intentan frenar su huída.
Para la familia de Saleh regresar a Siria no es una opción pero la situación con la que se encuentran la mayoría de sus compatriotas al llegar a Europa es la de miseria y desesperación. Es por esto que Cayetano aboga por una solución al conflicto.
Martínez de Irujo les ha proporcionado una de las casas perteneciente a la finca de Las Arroyuelas, todo el tiempo que necesiten, aunque desea que puedan volver a la normalidad cuanto antes. Las Arroyuelas de Carmona es la finca de mayor extensión de la que se encarga de administrar el aristócrata, de 1500 hectáreas.
El conde-duque considera que Europa está más centrada en sus propios asuntos que en ayudar a los que nos necesitan. En cambio, reconoce la labor que están haciendo por los refugiados. Cayetano anima a todas las personas a que colaboren con esta causa en la que insiste en que no se puede perder un minuto más, y además destaca que cualquier persona puede ayudar sin necesidad de tener un nivel económico alto.
Esta no es la primera vez que Cayetano hace de portavoz ante un compromiso social relacionado con los inmigrantes, ya que anteriormente ha ayudado a sudamericanos y africanos a regresar a su hogar. Uno de ellos, perteneciente a Kenia, le puso el nombre de Cayetano a uno de sus hijos en agradecimiento al aristócrata.
