El presidente Ricardo Lagos celebra la Navidad cenando con 500
indigentes en una plaza de Santiago
SANTIAGO, 22 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Claudia
Riquelme) -
La celebración de la Navidad en Chile es sinónimo de que ha
llegado el verano. De hecho, muchos de los regalos que por estos días
intercambian los chilenos con sus seres más queridos, tienen que ver
con las vacaciones.
La fecha de esta festividad se caracteriza por la forma en que los
chilenos han asimilado las costumbres invernales heredadas del
Hemisferio Norte y las han adaptado al caluroso verano del sur, en el
país más austral del mundo.
En Chile, como en otras partes del mundo, la Navidad tiene dos
caras. Una está relacionada con el comercio, que desde hace algunos
años comienza a celebrar esta fecha cada vez con más anticipación. De
hecho, en las grandes ciudades de Chile las propagandas y ofertas
navideñas aparecieron en los últimos días de octubre.
Por estos días, la policía libra una incesante y muchas veces
infructuosa batalla contra el comercio ilegal. Miles de productos a
precios increíbles aparecen mágicamente en las principales arterias y
paseos peatonales. Además, como en otras partes del mundo, las
empresas despliegan adornos en las calles y la música alusiva a la
Navidad se escucha por todas partes.
Por otro lado, las autoridades no se han querido quedar atrás. Por
primera vez, en este diciembre algunos municipios han encontrado una
novedosa fórmula para enfrentarse a la falta de trabajo del 10 por
ciento de los chilenos, empleando a hombres y mujeres que recorren la
calle tocando campanillas y vestidos a la usanza navideña.
ESPERANZAS POR CORREO
Por correo es precisamente como comienza el rito navideño en las
casas de los chilenos. Cada niño o niña, por cuenta propia o ayudado
por los padres, cumple la tarea de escribirle su carta al 'Viejito
Pascuero', nombre de Papa Noel o Santa Claus en Chile. Esta carta la
dejan en el correo en una visita casi ceremoniosa, con la
consiguiente lista de regalos, siempre juguetes, que desea recibir en
Navidad.
La mayoría de las familias de este país cumplen con la tradición
de entregar los regalos a medianoche del 24 de diciembre,
especialmente en los sectores populares, donde los niños disfrutan de
la única noche en paz y libres y sin trabajar en la que no deben
cumplir con la obligación de dormirse antes de las 21 horas. De esta
manera, juegan hasta el amanecer con sus regalos.
En los sectores más acomodados, en tanto, la costumbre es
concurrir a la Misa del Gallo, a las 22 horas de cada 24 de
diciembre, luego de haber cenado en casa, justo a las 20 horas. De
regreso, el postre y a la cama, porque los regalos del amanecen
mágicamente en el pino navideño el 25 de diciembre por la mañana.
ACALORADO PAPA NOEL
Seguramente estas diferencias se diferencian poco de otras
realidades. Sin embargo, para quienes llegan del extranjero a pasar
navidades en Chile existe siempre un elemento que llama poderosamente
la atención: Navidad es una fiesta de ritos invernales que se festeja
en pleno verano.
Desde la gastronomía, donde reinan el ponche de leche y el llamado
Pan de Pascua, una cálida masa anisada llena de frutos secos y
bastante calórica hasta la vestimenta del Viejito Pascuero (Papa
Noel) se ven en todas partes, en tiendas por departamentos, calles,
celebraciones vecinales y programas de televisión donde aparece
profusamente, viste su conocido traje rojo diseñado para la
nieve...soportando temperaturas que siempre superan los 33 o 34
grados de calor a la sombra.
Y, en honor a la verdad, para los chilenos adultos que saben la
verdad sobre el Viejito Pascuero; la alegría se transforma en
compasión cuando ven cómo sufren y se acaloran estos esforzados Papas
Noeles.
En lo que se refiere a las fiestas familiares, los chilenos se
caracterizan por optar en estas fiestas por asados (parrillas) en los
patios de las casas, por cenas al aire libre para palear el calor y
poco conocen el pavo que se come en otras latitudes.
CELEBRACIONES OFICIALES
Este año, la segunda Navidad del presidente Ricardo Lagos en el
Gobierno, el mandatario optó por realizar una cena con 500 indigentes
de extrema pobreza en una plaza de la capital, para hacer honor al
espíritu navideño.
Ya que la familia Lagos es agnóstica, a diferencia de los dos
Mandatarios anteriores y del propio Augusto Pinochet, todos
reconocidamente católicos, en esta oportunidad se le ha quitado un
tanto el sentido religioso a la fiesta.
De todas formas, y como una señal de unidad, Lagos ha nombrado en
estos días al primer capellán protestante en el Palacio de La Moneda,
el que deberá compartir capilla y labores con el religioso católico
que lo antecedió.
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(EUROPA PRESS)
12/22/19-12/01
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