MADRID, 4 Nov. (CHANCE) -
La relación entre Gabriela Guillén y Bertín Osborne sigue siendo tensa y sin signos de mejora real, a pesar de que ambos mantienen contacto únicamente por el bien de su hijo en común. La paraguaya, visiblemente molesta por la situación mediática, ha optado por dejar claras sus posturas a través de mensajes compartidos en Instagram, que muchos han interpretado como indirectas dirigidas al cantante.
La joven ha utilizado sus redes sociales para lanzar mensajes con fuertes críticas sobre la ausencia emocional y los patrones narcisistas en la paternidad, subrayando que "la infancia no se repite" y que la falta de presencia deja una huella irreparable. En sus publicaciones, Guillén denuncia cómo el narcisista busca aprobación externa, manipula, dramatiza y culpa en vez de cuidar y construir intimidad. Considera que este tipo de persona no lucha realmente por sus hijos, sino por controlar la imagen pública, y que cuando la verdad sale a la luz, recurre a la manipulación para desacreditar al otro y proteger su personaje frente al mundo.
Tras estos mensajes cargados de indirectas, Gabriela se ha mostrado firme y tajante: "Es que no voy a hablar. No me apetece hablar, lo siento pero no te voy a contestar. No quiero hablar de él y no quiero hablar del tema. Lo siento". Cuando se le ha preguntado si sus publicaciones eran referencia directa a Bertín Osborne, ha mantenido su silencio con un escueto "buen día". Además, ante las especulaciones sobre terceras personas como Sergio Garrido, no dudó en manifestar su hartazgo: "Estoy bastante cansada de que se estén diciendo cosas y mentiras. Estoy bastante cansada. Ya no voy a estar desmintiendo a personajes que se inventan cosas".
Una vez más, la paraguaya ha utilizado sus redes sociales para expresar su descontento sobre los patrones tóxicos en las relaciones y reivindica su derecho a mantenerse al margen de la controversia, sin confirmar ni desmentir si las duras palabras van dirigidas al padre de su hijo.