MADRID, 12 May. (CHANCE) -
Se supo de la relación entre la italiana Gina Lollobrígida de 85 años y el empresario español Javier Rigau tras su aparición en el Baile Rosa de Mónaco en 2006. Después las idas y venidas declarando que se iban a casar, una supuesta ruptura y una reconciliación, el año pasado salió a la luz que habían contraído matrimonio.
Recientemente se ha confirmado tras la documentación a la que la publicación 'LOC' ha tenido acceso en exclusiva que la pareja no está casada: "El registro civil de Barcelona ha suspendido la inscripción instada por Rigau respecto de un supuesto matrimonio canónico con Lollobrígida, al existir perjudicialidad penal.". Este paso es un logro obtenido por el brillante equipo de abogados formado entre otros por el español Alejandro Sánchez Seco y tres compañeros italianos.
Ocurrió en el juzgado de instrucción número 11 de Barcelona en donde se denunciaron actividades criminales del empresario en la obtención de un poder especial para contraer matrimonio. No se trata de una noticia baladí para el desenlace de la singular historia de amor. Al no estar inscrito el matrimonio, Rigau no puede reclamar nada de la actriz italiana y ni mucho menos, convertirse en el herededo de su fortuna, cifrada en diversos medios internacionales en 35 millones de euros.
Los hechos se remontan al 18 de febrero, el día de su cumpleaños, cuando Rigau se personó en el registro civil de la ciudad condal para inscribir el matrimonio que supuestamente habría contraído por poderes en la iglesia de Sant Vicent de Sarriá el 29 de noviembre de 2010. La boda se celebró sin que la propia Gina, la cual lucha por que salga a la luz la información del falso enlace, fuera consciente pese a que el empresario esgrimió un poder, ahora puesto en tela de juicio, firmado por Lollobrígida el 6 de agosto de ese año. La actriz declaró en exclusiva en LOC que el papel que había firmado no era un poder para contraer matrimonio sino un "documento para que pudiera representarla en el proceso que emprendieron contra el ex abogado de Rigau, Javier Saavedra, por daños a su imagen".
Pero Javier Rigau aún podrá recurrir si así lo cree pertinente ante la dirección General de los Registros y del Notariado de España para inscribir lo que él mismo denomina su "matrimonio canónico con procura" con Gina Lollobrígida.
