MADRID, 21 Mar. (CHANCE) -
Miguel Báez 'Litri, acompañado de su mujer Carolina Adriana Herrera, y el suegro de Enrique, Victoriano, visitaron en el hospital a Enrique Ponce, que continúa ingresado tras la fuerte cornada que recibió y que a punto estuvo de costarle la vida. "Un cornadón" que le está haciendo pasar un duro momento, tanto a él como a su mujer, Paloma Cuevas, quién está "desesperada".
PONCE, OPERADO CON ÉXITO, SE ESPERA UNA "EVOLUCIÓN FAVORABLE"
El diestro fue trasladado de Valencia a Madrid donde finalmente fue operado de la fractura de clavícula que sufrió el pasado martes en la plaza de toros de Valencia, en la corrida de la Feria de Fallas en la que compartía cartel con Julián López 'El Juli' y Jesús Duque.
El diestro sufrió fractura de la clavícula izquierda y una extensa cornada en la axila derecha. Fue intervenido en la misma enfermería de la plaza, y posteriormente trasladado al Hospital Casa de Salud Valencia.
Alegando razones personales, el diestro pidió su traslado a Madrid donde reside su familia. El jueves 20 de marzo el torero fue intervenido con éxito de la fractura de clavícula y se espera una "evolución favorable".
Según informó el hospital en un comunicado, se espera una "evolución favorable que permita iniciar el protocolo de rehabilitación y recuperación avanzada en las próximas 24 horas". La intervención duró algo más de dos horas y consistió en la reconstrucción y estabilización de todos los fragmentos óseos con una placa de titanio diseñada para adaptarse perfectamente a la forma de la clavícula del torero. Además, curaron la herida que presentaba Ponce en la axila derecha.
PONCE, "UNA NOCHE INFERNAL" Y PALOMA "LLORANDO Y DESESPERADA"
Antes de la intervención, el suegro de Enrique y padre de Paloma Cuevas, nos atendió amablemente para darnos la última hora sobre el estado de salud del torero que tiene en estos momentos el apoyo y cariño de su mujer que no se separa de él ni un solo momento.
"Ha pasado una noche infernal, devolviendo y sin poder dormir nada", decía Victoriano Valencia sobre el diestro. "Le han dicho que tenía una cornada, pero no es una cornada, es un cornadón, porque le entró por la axila y le llegó rozando la yugular, por debajo de la clavícula, pero también le rompió la clavícula del lado izquierdo".
Sin duda un susto tremendo para la familia. Paloma, su mujer, estaba muy afectada, "llorando y desesperada", tal y como expresaba su padre. Afortunadamente, tras la intervención de ayer, y con el parte médico favorable, pueden estar algo más tranquilos.
