Patricia Rato tiene un paño de lágrimas muy especial

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SEVILLA, 31 May. (EUROPA PRESS)

   Tras haber pasado un duro proceso de divorcio parece que Patricia Rato vuelve a sonreír rodeada de sus hijos y de sus mejores amistades, entre ellos cabe destacar la presencia de un paño de lágrimas y un guía espiritual muy importante en la vida de la sobrina de Rodrigo Rato.

   La historia de amor entre Patricia y Espartaco ha durado 20 años, a los que pusieron punto y final de forma amarga. El detonante de la ruptura supuestamente fue las infidelidades por parte del torero, unos sucesos que Rato no ha podido perdonar.

   Durante el proceso de divorcio, Patricia siempre ha estado apoyada por sus tres hijos: Alejandra, Isabel y Juan, pero además siendo intentó refugiarse en los brazos de los amigos más allegados.

   Entre ellos cabe destacar, la presencia siempre fiel de Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp. El mencionado es un sacerdote sevillano de 37 y  según publica la revista '¡QMD!', él ha sido durante todo este tiempo su "paño de lágrimas", además de su "guía espiritual'.

   La revista ha publicado unas fotos de ambos durante un noche sevillana. Rato y Jiménez estuvieron tomando unas copas y después el sacerdote acercó a la ex del torero a casa en su moto, un momento confidente que las cámaras pudieron captar sin que ellos se diesen cuenta.

   Patricia e Ignacio se conocen desde hace muchos años, según apuntan varios amigos a la revista, su relación es sana. "Ignacio le está aportando todo lo que necesitaba", añaden mientras aseguran que Patricia pretende "hacer su vida, una vida sin marido".