MADRID, 8 Dic. (CHANCE) -
Tras el gran susto de salud que dio a finales del pasado año, cuando se le detectó un linfoma cerebral primario, Raphael está completamente recuperado y mantiene intactas las ganas de seguir subiéndose a los escenarios y compartiendo su arte con los miles de fans que le acompañan en cada cita. En esta ocasión, el artista internacional regresaba a la capital para su primer concierto en el Movistar Arena de Madrid.
Tan solo unos días después de recibir un homenaje muy especial en Las Vegas, tras ser nombrado Persona del Año 2025 de la Academia Latina de la Grabación el pasado mes de junio, Raphael volvía a reunirse con su público en España, arropado por sus familiares más cercanos.

Una vez más, la velada dejó patente la gran unión familiar que caracteriza al cantante. Sus hijos, Jacobo, Manuel y Alejandra Martos, no quisieron perderse una noche tan señalada para él y se dejaron ver a su llegada al recinto, acompañados también por algunos de los nietos de Raphael, que disfrutaron en primera fila de los grandes éxitos de su abuelo. Muy pendientes de los pequeños, a quienes entregaron pulseras VIP para facilitar el acceso, los hermanos presumieron de complicidad antes de vivir, una vez más, la magia del directo de su padre.

Ya en el interior, también Natalia Figueroa acudió a la cita intentando pasar desapercibida entre el público, fiel al perfil discreto que ha mantenido siempre. Convertida en el apoyo más importante del artista en el ámbito privado, la escritora quiso estar presente en este nuevo paso en la recuperación artística del intérprete. Entre los asistentes, además, se dejaron ver algunos rostros conocidos como la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, que llegó al recinto en solitario y a toda prisa para no perderse el inicio del concierto.

Tras varias horas de música y emoción, un pletórico Raphael abandonaba el Movistar Arena recibiendo de nuevo las muestras de cariño de sus seguidores más incondicionales, que le despidieron entre aplausos. A la salida, Alejandra reconocía que su padre "no" está cansado de subirse a los escenarios y que, para ella, es fundamental seguir viéndole disfrutar de su mayor pasión. "Lo único que te digo es que me hace muy feliz verle haciendo lo que le gusta", sentenciaba, visiblemente orgullosa del trabajo del artista.

Siempre muy reservado con los asuntos personales y familiares, Jacobo Martos optó por la discreción al ser preguntado por la nueva relación de su ex cuñada, limitándose a desearle lo mejor tras haber hecho pública su nueva ilusión. Del concierto, en cambio, sí habló con rotundidad, subrayando que la noche había estado "muy bien" y que la actuación de su padre había sido, una vez más, "genial", en línea con la sensación general de triunfo y celebración que se respiró en esta vuelta de Raphael a los escenarios madrileños.