La significativa visita que ha recibido Isabel Preysler horas después de la muerte de Mario Vargas Llosa

Archivo - Isabel Preysler
Archivo - Isabel Preysler - EUROPA PRESS - Archivo
Actualizado: martes, 15 abril 2025 9:07

   MADRID, 15 Abr. (CHANCE) -

  Inevitable que todas las miradas estén puestas en Isabel Preysler tras la muerte este domingo 13 de abril de su último gran amor, el Premio Nobel Mario Vargas Llosa, en su casa de Lima (Perú) a los 89 años. A pesar de que no mantenían ningún tipo de contacto desde que rompieron su relación en diciembre de 2022 después de 8 años de amor, la socialité habría recibido la noticia con "gran tristeza" y, según el programa 'TardeAR' se encontraría "en shock" porque no se esperaba para nada su fallecimiento.

 Sin embargo, fiel a su discreción y considerando que "es una etapa que ya ha cerrado", la 'reina de corazones' no tiene en mente pronunciarse públicamente sobre la pérdida de su expareja y su intensión es guardar "absoluto silencio" en estos duros momentos en el que, es de suponer, se le hayan removido muchos sentimientos teniendo en cuenta los años de felicidad que vivió junto al autor de 'Travesuras de la niña mala' o 'La ciudad y los perros'.

  En su mansión de la madrileña urbanización Puerta de Hierro, aparente normalidad. A pesar de que Isabel no se ha dejado ver, su chófer ha entrado y salido varias veces del domicilio para hacer diferentes recados, y ha llamado la atención la visita que ha recibido la socialité a primera hora de la tarde.

 Manuel Colonques, presidente de Porcelanosa e íntimo amigo de Preysler desde hace décadas -y de cuya marca ha ejercido de embajadora en numerosas ocasiones- se acercaba al lugar en un taxi acompañado por otro hombre y, después de llamar al telefonillo y esperar varios segundos a que le abriesen, accedía a la residencia, previsiblemente para acompañar a la filipina y pasar un rato con ella horas después del fallecimiento de Vargas Llosa. Una visita de lo más significativa y que podría indicar que los más cercanos a Isabel querrían arroparla en este delicado trance.

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