MADRID, 19 Dic. (CHANCE) -
Tras semanas de especulaciones, conversaciones y miles de interacciones en torno al movimiento #PedrochePóntelo, La Gula del Norte ha revelado por fin el desenlace de la campaña más comentada de Navidad... y ¡atención! porque la decisión de Cristina Pedroche no te dejará indiferente.
Por un lado, la presentadora de televisión ha declinado la propuesta de lucir un vestido inspirado en La Gula del Norte durante las Campanadas y ha recordado que el verdadero lugar de La Gula del Norte siempre ha sido la mesa. Por otro, la marca ha respondido con un comunicado del director de marketing en el que ha confesado -entre gags, humor y algún que otro drama- que, aunque la propuesta era tentadora, ella tiene razón... asumiendo así que el auténtico protagonismo de La Gula del Norte sigue estando en el centro de las celebraciones navideñas.
Con este cierre, la marca ha reivindicado el papel que juega en la Navidad de millones de hogares, donde año tras año se convierte en un símbolo de celebración, sabor y tradición... porque como recuerda la comunicadora, y como finalmente asume el equipo de marketing: si hay La Gula del Norte, hay Navidad.
De esta manera, Pedroche ha recordado algo esencial, La Gula del Norte ya está donde debe estar, no en un vestido, sino en la mesa. Una reflexión que se produce semanas después de que miles de voces se hayan unido en un intento colectivo por convencerla de llevar un vestido inspirado en la marca durante las Campanadas.
Más allá de la conversación y el entretenimiento, la marca reafirma que aquello que le ha hecho tan especial para tantas familias ha sido la calidad y sabor de su producto, la variedad de formas en que puede disfrutarse y su capacidad para reunir a personas alrededor de una mesa. Con una cuidada elaboración y una consolidada presencia en los hogares españoles, se ha convertido con los años en uno de esos clásicos que acompañan la Navidad, reflejando valores propios de estas fechas como la tradición, el disfrute y el placer de compartir.
Durante esta campaña, la marca ha trasladado el imaginario de su producto a una dimensión inédita, entrando en el territorio de la moda y del entretenimiento para conectar con el público desde un enfoque sorprendente y emocional, dando como resultado una divertida campaña que ha generado conversación en toda España: desde redes sociales y medios tradicionales hasta plataformas de contenidos, escaparates urbanos o estudiantes de moda. Una interacción compartida que ha reafirmado la relevancia cultural de la marca en estas fechas.