MADRID, 24 Ene. (CHANCE) -
María Grazia Chiuri se ha estrenado en la Alta Costura de Dior en medio de un bucólico jardín con una colección cargada de romanticismo. El escenario escogido por la maison ha sido el Museo Rodin, que se ha transformado en un espacio lleno de vegetación en el que hasta los bancos de los invitados estaban forrados con césped.
Tras el éxito de su primera colección para Dior, que presentó en octubre pasado en la Semana de la Moda de París, mucho expectación rodeaba a este desfile al que no han faltado fieles de la firma como Olivia Palermo o Diane Kruger, que se enfundó un look en total black a lo Maléfica con el que estaba irreconocible.
Sin embargo, la elección del look de la actriz no es fruto de la casualidad porque parte de lo nuevo de Chiuri para Dior tiene un halo lúgubre como el primer look, con capucha negra, que abrió el desfile: con conjunto de culotte plisado y chaqueta que rezumaba elegancia. A este le siguieron otros con chaquetas más sencillas, otras con volantes o ligeramente asimétricas como si se tratara de una chaqueta de chaqué.

Pero la Alta Costura de Dior también puede ser dulce, como los vestidos vaporosos, los semitransparentes o los palabra de honor, los favoritos para la red carpet por las celebrities. Tampoco faltaron las icónicas flores que hicieron famosa a la casa francesa desde sus inicios, que salpican los vestidos con la misma delicadeza que en el pasado lo hizo Christian Dior.
Eso sí, si hay algo que ha marcado la diferencia en la pasarela han sido los tocados. Las modelos han salido a desfilar bien con tocados de flores o plumas o con unas máscaras oscuras tras las que escondían sus rostros.