La Princesa Masako sale de nuevo de su retiro para la graduación de su hija Aiko

La princesa Masako sale de su retiro para graduación Aiko  Naruhito feliz
Foto: REUTERS 

MADRID, 18 Mar. (CHANCE) -

   Hoy ha sido uno de los días más especiales para el Príncipe heredero de Japón, Naruhito. Su hija Aiko de 12 años, ha terminado sus estudios de primaria, celebrando así su graduación y la Princesa Masako ha salido una vez más de su retiro para estar en este día en especial para la pequeña. Poco a poco, la esposa del príncipe heredero va saliendo del estrés a consecuencia de un desorden de adaptación -como comunicó la Agencia de la Casa Imperial en 2003- que sufre.

   La graduación ha tenido lugar en la prestigiosa Escuela de Gakushuin (Tokio). Aficionada al violonchelo, como su madre, y a jugar al baloncesto, la pequeña ha formado parte de la orquesta del colegio y del equipo de basket y continuará con sus estudios de secundaria que comenzarán el próximo mes de abril.

   Atrás han quedado los problemas que la pequeña vivió en el colegio tras ver los comportamientos bruscos de algunos compañeros de clase, algo que la supuso un shock y durante un tiempo tuvo que ir acompañada a la escuela. Convertida en toda una jovencita, ha superado aquella conmoción tal y como ha asegurado el director el centro Motomasa Higashisono a la agencia japonesa Kyodo: "Se integró a la perfección en la vida escolar y creció 'haciéndose más fuerte'".

LA SITUACIÓN DE MASAKO, UN ASUNTO DE ESTADO

  La depresión en la que está sumida Masako desde hace doce años, es algo que ha sido una asunto de estado nacional y que ha ocupado muchas paginas internacionales durante estos largo tiempo.

   Licenciada en Economía por Harvard, en Derecho por la Universidad de Tokio y con un posgrado en Relaciones Internacionales de Oxford, y con seis idiomas a sus espaldas, parece ser que la vida en Palacio cambió toda su vida. El hecho de no tener un hijo varón que nunca llegaga ha sido uno de las cosas más difíciles por las que ha pasado Masako. La alegría de la llegada de su hija se vio empañada ya que el trono requería un varón. Además, sufrió un aborto antes de someterse a tratamientos de fertilidad.

   Ella en un principio tuvo reparos en acceder la proposición de casmiento de Naruhito, viendo lo que ello conllevaba. Su imagen dista mucho de aquella chica alegre, jovial, de lecturas liberales y viajera incesante, de la que hablan sus amigos.

   Ben Hills, biógrafo australiano autor de 'Masako, prisionera del Trono del Crisantemo. El drama de una princesa en la corte imperial de Japón', también contaba en su libro publicado en el 2007: "No puede abandonar el palacio sin permiso. No dispone de tarjeta de crédito y su acceso al teléfono está restringido. No tiene pasaporte y, de hecho, tampoco tiene nombre. Toda su existencia ha sido negada. Le impusieron obedecer y caminar tres pasos por detrás de su esposo; le obligaron a callar hasta que él le hablara primero... ¡Qué enorme desperdicio de talento!". Un libro y unas declaraciones que nada gustaron a la casa nipona y que desde el Ministerio de Exteriores del país calificaron como afirmaciones "sin fundamento".

   Puesta en el ojo del huracán donde algunos veían que Naruhito debía renunciar, la princesa, puso especial hincapié en recuperarse. Poco a poco se va dejando ver y el año pasado asisitió a la toma de posesión Guillermo y Máxima en Holanda, tras once años sin hacer ningún viaje oficial al extranjero. Una familia y una amistad que perdura desde ahce años pues le ofrecieron su residencia como lugar para que se fuera recuperando.

    Poco a poco es cada vez más frecuente verla en fotos oficiales familiares.

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