Convierte tu patio en un jardín

Si tienes la suerte de contar con un patio, enhorabuena, porque podrás hacer de él un bonito jardín e incluso un huerto. Sin embargo, si ha permanecido en el olvido durante algunos años, antes de hacer cualquier tipo de reforma tendrás que conocer algunas claves.

Antes de comenzar a trabajar debes observar tu patio a conciencia, y jamás pensar en él como una pizarra en blanco que se llenará sin más con las plantas verdes de la madre naturaleza. Por supuesto, el diagrama o diseño que hagas de tu patio tiene que considerar algunos factores y variables para cumplir los objetivos deseados. Recuerda que no debes dejar de lado la estética, incluso cuando el espacio disponible en tu patio no sea muy grande.

Planifica y mide tu nuevo jardín

Si vives en una zona residencial, además de todos los factores que debes tener en cuenta a la hora de convertir tu patio en un jardín, tienes que considerar la cercanía o no de un edificio alto. Lo mejor es la ausencia del mismo, así como del tráfico, o la contaminación fuerte de una fábrica cercana.

La planificación depende, en gran medida, del lugar en el que vivas. Por supuesto no es lo mismo un área desértica que otra con muchas plantas. Como tampoco es lo mismo una zona con buenas lluvias que otra que soporta cada día el rocío del agua salada del mar.

Asimismo, antes de empezar a trabajar sobre un patio es necesario que conozcas las medidas. Esto te servirá para tener un buen conocimiento a la hora de dividir el trabajo del terreno y planificar adecuadamente su diseño. Además, también te será muy útil para poder adquirir la cantidad necesaria de materia orgánica, sustrato, arena, cal o turba que necesites para tener un suelo en magnificas condiciones.

Para realizar la medición es preciso que cuentes con varias estacas, ya que te servirán de referencia a la hora de tomar las medidas del espacio disponible. Éstas deben situarse siempre en los límites artificiales que existan en el jardín, tales como muros, bordes, vallas o las paredes de la casa. En una de las estacas debes enganchar una cinta métrica que disponga de al menos 30 metros, estirándola hasta llegar al siguiente punto de referencia o estaca. De este modo, irás obteniendo las medidas de tu jardín de la forma más fiable posible. En el caso de tener obstáculos intermedios, como por ejemplo algún pozo antiguo, una esquina de la casa o un invernadero, debes medirlos y trasladarlos al plano base que estarás confeccionando.

Analizar y comprender la situación del jardín en el contexto en el que se encuentra te ayudará a decidir qué clase de elementos deseas incluir, tales como cubiertas, caminos o calzadas, enredaderas, céspedes, etc. Y además, también podrás saber dónde deben ser colocados, para que combinen a la perfección unos con otros.

No debes, por ejemplo, obsesionarte con una planta en concreto. Así, un arbusto de rosas te decepcionará en un jardín con densas sombras. Por ello, tienes que cuidar al máximo cada uno de los detalles, para que todo concuerde y nada esté fuera de lugar. Tampoco te servirá de nada llenar el patio entero de piedras que te aseguren un cierto mantenimiento del césped, sobre todo si tienes niños pequeños que requieran un espacio seguro para jugar en el que no corran el riesgo de golpearse contra un elemento duro.

La opinión del experto

Antes de llevar a cabo cualquier tipo de reforma en tu patio, sea cual sea, es necesario que consultes a un experto en la materia para que te ayude a determinar algunos criterios fundamentales. Sólo un especialista será capaz de decirte cómo es la localización de tu patio a la hora de colocar una especie u otra. Además, te dará algunos consejos sobre el espacio y la dimensión del mismo.

Además, la forma del patio será otro punto importante, ya que puede condicionar la plantación de algunas especies o variedades, así como determinados árboles. También te aconsejará sobre su contorno, en cuanto a los cambios de elevación, las profundidades o las colinas.

Por supuesto, debes prestar especial atención al tipo de drenaje que debe tener tu jardín para sobrevivir en buenas condiciones. Es decir, saber por dónde entra y por dónde sale el agua del riego es fundamental para evitar que las plantas se pudran por un exceso de agua o se sequen en su defecto.

Los expertos son los que mejor te pueden aconsejar en muchos temas. Por ejemplo, sobre las restricciones legales, es decir, las ordenanzas existentes que no permiten hacer determinadas cosas en el jardín. Así como determinar la ubicación de los servicios de gas, agua, etc. a la hora de plantar una especie más o menos profunda.

Por supuesto los especialistas serán los encargados de aconsejarte las especies más adecuadas para tu jardín en función de las características propias del lugar, como las posibles inundaciones, los desagües, o los árboles. Además de los climas y microclimas existentes dentro del propio patio.

Eso sí, en lo que te va a ayudar, sin ninguna duda, es en construir la visión adecuada del patio de tu casa, ya que la estética es su fuerte.

Inspiración personal

Para una buena inspiración, antes de hacer nada, siéntate en tu patio y examina tu alrededor. Observando, puedes encontrar las variables que hacen de este espacio un sitio único. Además, tienes que pensar en muchos pequeños detalles que pueden llegar a ser fundamentales. Si tienes o no niños pequeños que pueden necesitar espacio para jugar. Si dispones de un espacio acorde y amplio para poder plantar o no las flores que deseas. Pero sobre todo debes fijarte en las condiciones desfavorables que puedan existir, pero que se puedan solucionar de antemano, porque si no tu plan decorativo del jardín tendrá que adaptarse a estas condiciones.