Plantas que se enredan

Yedra, una planta enredadera.
EP.
Europa Press Chance
Actualizado: jueves, 9 septiembre 2010 13:03

Las especies que escalan y van enrollándose por aquellas superficies cercanas a donde fueron plantadas son las enredaderas o plantas trepadoras. Caracterizadas por su rápido e imponente crecimiento, en poco tiempo, cubren los alrededores garantizando la intimidad y llenando de vegetación cualquier jardín.

Existe un amplio número de esta especie ya que constituyen un grupo muy variado, además sus usos también son de lo más variopinto, se pueden utilizar no sólo para jardines sino también para cubrir pérgolas en las terrazas, e incluso enrollarse a una columna en el interior de la vivienda.

Cómo se plantan

Conviene que las enredaderas se planten separándolas entre sí aproximadamente por dos o tres metros, aunque recién plantadas pueda parecer que quedan desperdigadas, a largo plazo el resultado es óptimo porque de no hacerlo así enseguida se formará una maraña caótica de ramas, poco estética y sin ningún orden.

Lo ideal es sembrarlas cavando un hoyo bajo tierra que tenga un diámetro aceptable, por lo menos que mida el doble que el tronco de la planta. El caso más frecuente es que las enredaderas se sitúen junto a un muro o valla del jardín, en este caso conviene que se planten a una distancia prudente de la pared, que quede un hueco considerable desde la misma.

Respecto al terreno donde se desarrollarán las enredaderas conviene que la tierra sea fértil, y si el terreno no se caracteriza precisamente por esta cualidad interesaría que se enriqueciera con abono, ya sea orgánico o natural, aportará una buena dosis de energía para estas especies que evolucionarán mucho mejor.

Para que estas especies crezcan derechas y no se vayan perdiendo por el camino se podrá recurrir a atar sus ramas, mediante cuerdas muy finitas, o hilos gruesos en el caso de las vallas metálicas o de rejas, mientras que si se fijan en un muro puedes sujetar las mismas con escarpias que sirvan para fijar las ramas a este soporte y crezcan con unas guías que impidan que la enredadera pierda el rumbo deseado.

En cuanto al mejor momento para plantar este tipo de especies, no existe una época determinada, en general puede hacerse a lo largo del año, no importa tanto la estación como que las condiciones sean buenas. Es decir, deberá evitarse que éstas sean sembradas en temperaturas extremas, tanto de frío como de calor intenso.

Distintas versiones

Entre las versiones de trepadoras más comunes destacan algunas como la hiedra, la madreselva, bungavilla, begonias o la parra virgen. La elección de cual es la más adecuada para cada jardín es determinante ciertas condiciones, sobre todo meteorológicas.

El clima mediterráneo es el más adecuado para especies como la buganvilla que crece sin dificultades en las latitudes templadas y además florece sin demasiados esfuerzos. Igualmente el rosal trepador está también indicado para las temperaturas cálidas al igual que se beneficia de los rayos del sol.

Para los lugares más fríos o sombríos decántate por especies como la hiedra o la parra. Ambas, se adaptan bien a los rincones más frescos y no necesitan para nada la exposición directa al sol.

Todas las anteriores especies mencionadas además son resistentes al aire incluso al viento más fuerte. Un dato importante a tener en cuenta, sobre todo en las zonas costeras donde generalmente es más el aire es más violento.

Plantas muy polivalentes

Entre sus funciones sirven para dar frescor y cubrir de las miradas indiscretas los lugares donde se planten. Además las trepadoras son plantas muy polivalentes ya que tienen una gran diversidad de funciones entre las que destacan dar sombra, las aromáticas además pueden perfumar el entorno y ante todo la principal misión de todas ellas es sin duda embellecer.

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