Santillana del Mar y su original parque zoológico

Colegiata
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Europa Press Chance
Actualizado: jueves, 29 julio 2010 13:00

El Zoo de Santillana del Mar, ubicado en la Comunidad Autónoma de Cantabria, está de enhorabuena. La historia de estas instalaciones se remonta a 1977, cuando se creó el parque de la mano de su actual director, José Ignacio Pardo de Santayana. Rompiendo moldes entre los tradicionales centros en los que los animales aparecían enjaulados y únicamente para mostrarlos al público, el zoo fue considerado una bonita apuesta por la observación directa de la naturaleza con la novedad de poder disfrutar del género animal en su plena libertad. Actualmente habitan en él más de 2.000 animales, repartidos en unos 60.000 m2 totalmente libres de barreras arquitectónicas.

El éxito de este original zoológico reside en cuatro mandamientos por los que siempre se han regido: la conservación de animales en peligro de extinción, la investigación, el ocio y la educación. En ese espacio se vive de otra manera, se respira diferente y, según asegura el director, "quien prueba trabajar aquí, queda enganchado".

Todos ellos están alojados en recintos especialmente diseñados para que las especies que los habitan puedan vivir en perfectas condiciones. El Zoo de Santillana está concebido como un bello recinto lleno de árboles y plantas con carteles explicativos en sus caminos, en los que pasear contemplando las diferentes variedades de flora se convierte en la actividad complementaria a la visita. El zoo está considerado como el cuarto mejor de España, según el último estudio publicado por ADENA/WWF y ha sido reconocido internacionalmente a nivel de conservación. Esto tiene doble valor si tenemos en cuenta que es uno de los pocos zoológicos nacidos de la iniciativa privada, como así continúa siendo. En este recinto ha nacido en cautividad uno de los pocos orangutanes que se pueden ver en Europa, y en él se han reproducido con éxito animales en peligro de extinción como los tigres de Sumatra, las gacelas dorca, cinco especies de los monos más pequeños del mundo... Todos estos nacimientos han sido controlados por el EEP (Programa Europeo de Cría en Cautividad).

Una de las principales joyas de este Zoo es el "Jardin de las mariposas". Es una jungla tropical con temperaturas entre los 26 y 30 grados durante todo el año y una humedad relativa del aire del 90% en el que cientos de mariposas viven en un ambiente ideal. Esta instalación, pionera en España, es una de las más llamativas del parque puesto que en ella podemos observar muy de cerca la metamorfosis de las distintas mariposas viendo las orugas, las crisálidas y finalmente las hermosas variedades de mariposas que vuelan por el recinto.

No menos interesante es el "Parque del Cuaternario". Se trata de una réplica actual de las especies que poblaban este lugar en la época de los habitantes de Altamira. Esta zona alberga la fauna, que con toda probabilidad vivió en esta misma zona hace 14.000 años y que fue representada por el hombre de Altamira en su arte rupestre de las cuevas existentes. Los animales integrados dentro de este nuevo recinto son: bisontes europeos, caballos de Przewalski, ciervos y jabalíes, así como renos, linces boreales, corzos, nutrias, osos, lobos y ardillas.

Para aprovechar la visita: qué ver en Santillana del Mar

La Colegiata

El templo tiene su origen en un monasterio datado en el año 870 y que, según la tradición, custodiaba las reliquias de Santa Juliana. A lo largo del siglo XI fue transformado en colegiata, aunque el edificio actual es del siglo XII. Dispone de tres naves, con cúpula, crucero, tres ábsides semicirculares y torre. En el crucero y los ábsides conserva las bóvedas originales de cañón. Destaca la decoración escultórica de la portada, de los capiteles y del claustro. En su interior se observan sepulcros medievales y relieves románicos de los siglos XI y XII. El altar mayor dispone de un frontal de plata repujada del siglo XVII, debajo del cual se encuentra otro románico. El retablo es obra de un maestro burgalés, de principios del siglo XVI. En la portada principal se aprecia un pantocrátor bizantino y un atrio flanqueado por dos leones.

Las Cuevas de Altamira

Las pinturas tienen unos 14.000 años de antigüedad y son Patrimonio de la Humanidad. La cueva, de trazado irregular, tiene unos 270 metros de longitud y consta de un vestíbulo, una galería y la sala lateral. La cueva contiene unas de las mejores muestras del arte rupestre prehistórico con dibujos que representan bisontes, ciervos, jabalíes, caballos... Están realizados con pinturas ocres naturales de color rojo y contorneados en negro. Para asegurar su conservación, se ha reproducido de manera minuciosa su estructura y pinturas en la Neocueva del Museo de Altamira, empleando los mismos procedimientos pictóricos. Así, el visitante puede admirar con detalle el gran techo de los bisontes polícromos y visitar el taller de estos pintores, donde se explican las técnicas empleadas en esta obra maestra del arte rupestre. Últimamente Se ha especulado con la posibilidad de abrir de nuevo al público la cueva original y que el primer visitante sería el mismísimo Barack Obama.

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