Ángel Llácer: "En 'Operación Triunfo mi función ha acabado"

EP

MADRID 26 Ene. (Por María José Moreno) -

El polifacético Ángel Llácer deja de lado 'Operación triunfo', el popular formato que le lanzó a la fama en la televisión nacional, por presentar 'La escobilla nacional', un programa de humor, en el que se parodian los programas del corazón.

Actor, director teatral y presentador de televisión, se siente muy orgulloso de llevar a cabo este proyecto, porque le va como anillo al dedo: "En todos los programas en los que he estado siempre he sido el loco, ahora soy el más cuerdo y eso puede ser sorprendente de cara a la audiencia".

- ¿En qué faceta profesional te sientes más a gusto?

- Hoy por hoy dirigiendo teatro. De esa forma es en la que me voy a casa más satisfecho.

- ¿Por qué de nuevo en la tele?

- Realmente nunca la he dejado. La tele es un medio que me divierte muchísimo y como yo he venido aquí a reírme... Soy muy consciente de que me voy a morir, por lo que día que pasa, día que me tengo que reír, por lo tanto siempre acepto los proyectos.

- ¿Genera adicción?

- No, de hecho estoy dejando muchas cosas del pasado, que continuarán sin mi, porque son etapas ya quemadas, por ejemplo 'OT'.

- ¿Te ha costado tomar esa decisión?

- Sí, la tomé tranquilamente en mi casa, porque creo que he dado todo lo que tenía que dar. Después de 8 años como profesor mi función ha acabado, entre otras cosas, porque el alumno se enfrentaría a mi como un personaje mediático.

- Ahora que conduces 'La escobilla nacional', ¿estás enterado de los cotilleos del mundillo del corazón?

- Creo que he comprado una revista en toda mi vida, pero si me hacen un test estoy seguro de que me sorprendería de todo lo que sé a ese respecto. Esa es la fuerza de este tipo de programas, que aunque no los veas te acabas enterando de lo que pasa en ellos.

- ¿Qué sentimientos te despiertan los periodistas del corazón?

- ¡No les tengo manía! Se supone que queda genial decir que son lo peor, pero para mi no lo son. Hacen su trabajo y creo que lo hacen muy bien. También es que hacen lo que la audiencia pide.

- ¿Todo por la audiencia?

- En su caso sí.

- ¿Y en el tuyo?

- He aprendido a no preocuparme, porque he tenido tantas decepciones con los fracasos y la televisión es tan cruel que he aprendido a protegerme, ponerme una coraza y seguir hacia delante. Ni vivir con una alegría increíble, porque te piensas que eres alguien, ni derrumbarte por un fracaso.

- ¿Se pierde la cabeza cuando todo son alabanzas?

- A mi no, como se puede ver (risas).

- ¿El corazón puede ser serio?

- Una información seria en ese ámbito es imposible, no creo que nadie se pueda tomar en serio que alguien vaya a buscar a su niña al colegio.

- ¿Te pega este tipo de programa?

- Creo que sí, que me va bastante bien. Estoy acostumbrado a trabajar con actores, me río mucho y por otro lado ahora puedo decir que soy el más cuerdo de un programa. Siempre he quedado como el más loco de todas partes, y en realidad estoy muy cuerdo y tengo mucho sentido común, por primera vez yo seré quien ponga el sentido común de cara a los espectadores. Con eso quiero provocar una ligera sorpresa.

- En el equipo del programa estará Carlos Latre, que te ha imitado en más de una ocasión...

- Sí... aunque tengo que decir que no sé de dónde se sacó eso del '¡sácalo, sácalo!', porque yo nunca diría algo así.

- ¿Crees que 'OT' ha tenido mucho que ver en tus ofertas de trabajo actuales?

- Todo se debe a mi esfuerzo, soy muy trabajador y en la televisión nadie te regala nada. Un día el mundo de la tele desaparecerá y me quedaré con todo lo que he hecho antes.

- ¿Te han propuesto participar en algún 'reality'?

- Sí, entre ellos 'Mira quién baila', 'Gran Hermano Vip' y 'Supervivientes', pero siempre lo he rechazado.

- En tu día a día ¿te gusta que la gente se te acerque para demostrarte su cariño?

- Llevo mal que me conozcan por timidez. Hay gente amabilísima, pero por otro lado los hay muy maleducados.

- ¿Te ha pasado algo desagradable referente a eso?

- Una vez estaba cortando una relación, llorando en un restaurante y se me acercó una mujer a dejarme una tarjeta para que me pasara por su bar. Lo peor de todo esto es que siempre tengo que guardar las formas, para que luego los demás digan lo que quieran. Lo que no puedo hacer es intentar convencer a la gente de que soy buena persona.

- Eso en teatro no te pasará, ¿no?

- No, porque la televisión no está valorada. Hay programas muy difíciles de hacer y la gente piensa que podrían hacerlos mejor que quien está ahí con los ojos cerrados.