Iñaki Gabilondo: "¿Proyectos? Seguir teniendo salud para seguir adelante"

JOSEFINA BLANCO/EP

MADRID 10 Jun. (Por Noelia Gala) -

Iñaki Gabilondo, a sus 68 años, continúa con ganas de seguir haciendo cosas, y es que sus casi 50 años en el periodismo no han sido suficientes para que decida parar. Lo que sí es cierto es que la intensidad ya no es la misma, aunque ocupaciones no le faltan.

Iñaki considera estar cumpliendo un poco su plan, y es que después de haber vivido toda su trayectoria como un "esclavo" del horario fijo, ahora lo que quiere es estar muy ocupado pero no "prisionero", pudiendo hacer muchas cosas pero sabiendo que cada día es diferente y asegura que se encuentra bajo una sensación de extraña libertad.

Actualmente podemos verle al frente de un programa de entrevistas en Canal +, así como también una vez al mes se le puede escuchar en Cadena Ser, y también colabora con alguna cosa en Euskadi, su tierra. Pero los quehaceres de este vasco no se quedan ahí, pertenece a diferentes consejos como son el de Administración de Cadena Ser, el de Prisa Radio y el Consejo Asesor del Teatro Real.

Desde luego con tanta ocupación, comenta que el aburrimiento está fuera de su día a día. Día a día que pretende vivir con intensidad, bajo la visión de su amigo José Luis Sampedro, a quien, a pesar de sus 94 años, Iñaki considera como el hombre más joven de España.

- Le hemos visto hace poco acompañando a José Luis Sampedro en la presentación de su nueva novela, ¿a qué se debe?

- Yo tengo una gran amistad con Sampedro, una gran admiración por Sampedro y me siento muy unido a él, desde el punto de vista personal, desde el punto de vista afectivo, desde el punto de vista ideológico. Creo que es el hombre más joven que hay en España ahora mismo. Y creo que tiene una visión tan purificadora de las cosas que siempre resulta necesario escucharle y estimulante hacerlo. De manera que fui porque soy su amigo, porque le quiero mucho, pero también vengo porque quería oírle. Se que no serán ya demasiadas oportunidades que tendremos y me gusta ver su fuerza, su ilusión, su capacidad de combate. Le admiro mucho.

- ¿Le enriquece escucharle?

- Siempre. Me enriquece mucho escucharle, porque es un hombre que a pesar de que es tan mayor mantiene esa especie de vigor de soñar con un mundo distinto que caracteriza a la gente joven. Por eso digo que es el hombre más joven que hay. Es una persona a la que hay que escuchar para recibir estímulo.

- ¿Cómo describiría esta novela?

- Es una novela un poco especial, no es fácil de definir. Pero diría que es la reflexión con el apoyo de la excusa de los mitos griegos sobre la presencia del hombre en la Tierra, y sobre lo mal que el hombre está entendiendo su papel dentro, que en vez de sentirse parte de él, se cree el dueño de él. Y es una reflexión de esa naturaleza, pero hilvanada con una estructura novelada que es en base a un diálogo de una persona con unos mitos que tienen tres mil millones de años de experiencia.

- Experiencia es la que tiene usted en el periodismo, si echa la vista atrás, ¿qué ve?

- Si echo la vista atrás veo muchas cosas. Yo siempre he creído que cualquier tiempo pasado fue peor. Por ver un tiempo primero de mi vida periodística durante el franquismo, Franco se murió y yo tenía 33 años y tres hijos, o sea que se llevó un pedazo importante de mi vida. Luego veo un tiempo de trabajo muy satisfactorio para mi, he sido un hombre muy feliz en el trabajo. He tenido la suerte de tener trabajos muy notables, muy destacados en posiciones que me han permitido no sólo disfrutar con mi trabajo, sino ser un testigo de primera fila de muchísimos de los acontecimientos que han ocurrido en este país. De manera que me siento un hombre muy privilegiado.

- ¿Y si echa la vista al frente?

- Si echo la vista al frente veo el horizonte que está más cerca, pero que cuando te acercas se aleja. Veo el día de mañana que no me lo sé, y que es para mi igual de nuevo que cuando tenía veinte años y el día siguiente no me lo sabía. Me sigue moviendo la misma curiosidad y la misma voluntad de hacer cosas. Ahora estoy cumpliendo un poco mi plan después de haber vivido toda mi vida como un esclavo, como un soldado, de tener mucho trabajo, estar muy ocupado, pero no estar prisionero. No tener un trabajo de horario fijo, estático, que ha sido mi vida, y entonces ahora hago muchísimas cosas, pero cada día es diferente y tengo una sensación extraña de libertad al no tener que estar todos los días a la misma hora. Entonces mi día de hoy es como todos los días, lo trato de vivir con la mayor intensidad, yo participo de la tesis de José Luis hace muchos años y vivo mis días con intensidad, y mañana lo viviré con intensidad. Es evidente que tengo más pasado que futuro, pero bueno el día de hoy es hoy (risas).

- ¿Qué proyectos profesionales tiene ahora?

- Proyectos, yo no tengo proyectos. Si cuando tenía treinta años no hacía proyectos, porque la vida profesional nuestra normalmente se produce en base a las ofertas que uno tiene. Y yo mi vida profesional ya la tengo hecha, lo que tengo es la intención de seguir haciendo cosas. Estoy haciendo un blog, estoy una entrevista en Canal +, estoy haciendo un programa mensual en Cadena Ser, alguna cosa en Euskadi, estoy en el Consejo de Administración de Cadena Ser, en el Consejo de Prisa Radio, estoy en el Consejo Asesor del Teatro Real... no me aburro nada. Tengo hasta que ir a firmar libros. ¿Qué proyectos voy a tener? Pues seguir teniendo salud para poder seguir adelante haciendo cosas.

- Ahora que se ha lanzado al periodismo en la red, ¿cómo lo ve?

- Yo creo que hay una mitología grande de la red, es una herramienta. Yo hago una cosa como antes, pero que en vez de ir por paloma mensajera, va por Internet. Es una asombrosa novedad que yo vivo con intensidad, estoy sumido y metido en el mundo de Internet. Pero no deja de ser una herramienta que llevan más lejos y a más gente el mensaje, pero el que propaga el mensaje lo propaga como antes. Las sensaciones que experimento son las de que es importante considerar con mucha atención las redes nuevas, pero no hay que cegarse, porque la comunicación tiene que dedicar mucho tiempo a saber qué se tiene que comunicar y por qué. No sólo a qué velocidad va a ir todo por ahí. Yo vivo en el medium, pero no se me olvida la clave. Digo las cosas que me parecen y ahora eso tiene herramientas diferentes.