Marisa Paredes: "Me considero una persona muy afortunada"

La actriz Marisa Paredes
JOSEFINA BLANCO
Actualizado: miércoles, 16 junio 2010 14:23

MADRID, 16 Jun. (Por M.J.Moreno) -

Es una de las actrices españolas más conocidas internacionalmente, sobre todo tras ser una de las chicas Almodóvar más veteranas. Marisa Paredes, que cumplió 64 años el pasado 3 de abril, nos ha sorprendido con su próximo trabajo 'Felipe y Letizia', la nueva tv movie de Telecinco sobre Felipe de Borbón y Grecia y Letizia Ortiz, Príncipes de Asturias, en la que ella encarnará a la Reina Sofía (el rey será interpretado por Juanjo Puigcorbé).

La serie aborda las distintas etapas que atravesó la pareja real durante su noviazgo: la velada en la que se conocieron, sus primeros encuentros, el anuncio oficial de su compromiso, los primeros actos a los que asistieron como prometidos y su boda en la Catedral de Santa María La Real de la Almudena en Madrid, entre los episodios más significativos que marcaron su relación antes de su enlace matrimonial.

Marisa Paredes, que posa en este reportaje en los lujosos salones del Ayuntamiento de París, la capital francesa que le entregó recientemente 'la gran medalla de la ciudad', cumple este año sus 40 años en la profesión. En 1960 debutó como actriz de cine en 'Los económicamente débiles', a las órdenes de Pedro Lazaga, y con Tony Leblanc, Laura Valenzuela y Antonio Ozores en el reparto.

- A una mujer con sus tablas, ¿le queda aún algo por hacer?

- Me encantaría hacer comedia y dejar de ir de drama en drama.

- ¿Qué recuerda de la primera vez que vio a Pedro Almodóvar?

- Recuerdo que fue en la época de los 80 y me habían comentado que tenía muchísimo talento.

- Proviene de una familia humilde y usted va y decide ser actriz, ¿cómo se lo tomaron?

- En mi caso lo tenía más difícil que otros niños, porque tuve que trabajar desde muy pequeña, pero este era mi sueño, así que empecé poco a poco. Mi madre aceptó que lo fuera, mi padre...

- En su vida, ¿se ha movido más por la pasión o por la razón?

- Todo lo que hago es desde la pasión, es el motor que me mueve.

- ¿Cómo se tomó que su hija se dedicara a lo mismo que usted?

- Pensé que me moría, pero tiene cualidades, por lo que la apoyé.

- ¿Qué le aconseja?

- La mayor parte de las veces que viene a preguntarme ya sabe qué es lo que ha hecho mal y qué es lo que ha hecho bien. Nos parecemos en que ambas somos muy críticas con nosotras mismas, muy perfeccionistas.

- ¿Qué recuerdo quiere dejar en el imaginario colectivo cuando ya no esté sobre un escenario?

- En estos casos se suele decir aquello de 'que la gente me recuerde como una buena persona', pero yo prefiero que sepan que soy alguien que se equivoca muchas veces, pero cuando lo hago no es ni intencionado, ni a mala fe.

- ¿Y qué haría después?

- Comprarme una casa enorme, lejos de todo, pero comunicada.

- ¿De qué tiene fama?

- De fría.

- ¿Y cree que se corresponde con la realidad?

- En absoluto.

- ¿En qué se fija a la hora de aceptar un proyecto?

- Me fijo no sólo en el personaje a la hora de aceptar un proyecto, sería una superficialidad según mi punto de vista. Lo que te lleva a aceptar un proyecto es el director, el director de fotografía, de iluminación... En fin, todo. Si la obra no me interesa, ya puede ser un gran personaje porque no lo voy a aceptar.

- ¿Le cuesta desprenderse de sus personajes cuando hace un trabajo?

- No sé si es exactamente eso, pero a nivel sentimental no me cuesta porque soy muy cartesiana. El personaje no me puede, no me vence, no lo llevo conmigo. Pero lo que sí me ocurre es que voy por la calle hacia mi casa y voy pensando en cómo ha salido, que me ha faltado, descubro cosas no descubiertas antes. Incluso llego a casa y cojo de nuevo el libreto para releer la obra. A veces también sueño con las actuaciones, pero eso es más como un trabajo de investigación.

- ¿Qué es lo que más le ha marcado, el cine o el teatro?

- Es que son muy distintos. El cine me ha permitido que mi trabajo salga fuera de nuestras fronteras, que sea conocido en muchos lugares. Ha proyectado mi trabajo a un nivel internacional y eso es muy de agradecer, da muchas satisfacciones. Uno va a una serie de lugares donde si no hubieses trabajado en cine, nunca te hubieran conocido, o nunca lo hubieran apreciado. El cine te da esa posibilidad, y eso es muy bonito. Si la película tiene la fortuna de tener una repercusión internacional, como es el caso de Almodóvar, tu trabajo te abre las puertas de fuera de este país. A mí me han propuesto trabajos de los sitios más inverosímiles, como por ejemplo de Australia. Eliges el hacerlo o el no hacerlo. El teatro es distinto, es una obra viva, donde los espectadores tienen que venir a verte, pero la gente tiene que entrar y sentarse.

- ¿Se considera una persona afortunada?

- Por supuesto, me considero una persona muy afortunada porque hago lo que me gusta, y porque dentro de lo que me gusta trato de proyectarme, porque he descubierto muchas cosas de mí misma y del ser humano a través de lo que hago. Tengo la suerte de que hago algo que me apasiona y que quería hacer desde muy pequeña. Mi hermana mayor dice que desde muy pequeña me ponía trapajos delante de un espejo y me inventaba personajes. Eso es algo que hemos hecho todos de pequeños, es ese juego en el que hacemos de otros. Todas las personas seguimos siendo niños, aunque no nos los permitamos. Este es un trabajo libre, es estupendo y por eso soy una afortunada.

- ¿Tiene algún proyecto en mente?

- Sí, un par de películas, pero no voy a decir nada más.

- ¿Eso es superstición?

- Claro (ríe).