MADRID 30 Ago. (Por Gloria Vázquez Sacristán) -
Pablo Motos vuelve con las energías renovadas tras haber pasado una 'semana fantástica' con sus amigos y compañeros del 'Hormiguero' en su casa de Valencia una tradición que han instaurado como básica. Es una oportunidad única para poder hablar, reírse y disfrutar los unos de los otros ya que durante el año no tienen tiempo suficiente para hacerlo.
Este año el programa contará con nuevos colaboradores: Silvia Abril, Elsa Punset y Enrique San Francisco. Nuevas secciones, nuevos colaboradores y muchas recetas para el humor.
Un programa renovado por dentro y fuera, plató nuevo, gradas más grandes y nombre nuevo: 'El hormiguero 2.0'. Confiesa sentirse cada día más cómodo en la televisión, haber perdido sus complejos y aprender día a día: No obstante es feliz en la radio donde se siente libre y seguro, es su novia eterna y siempre deseará volver a trabajar en ella.
- ¿Cómo te encuentras para empezar esta quinta temporada del 'Hormiguero'?
- Después de las vacaciones venimos renovados. Además siempre, una buena parte del equipo, hacemos una cosa que se llama 'la semana fantástica' que es una semana de fiesta en una casa que tengo en Valencia, bastante grande. Vamos a la playa,a paellas, por las noches nos divertimos, y también trabajamos por las mañanas. (risas) Eso nos permite estar a todos con todos de una forma que no estamos durante el resto del año. Te da tiempo a hablar de cosas que durante el día a día no puedes, porque cuando empieza el programa no tienes a penas tiempo para profundizar en la vida de nadie. Somos un grupo de amigos que nos queremos mucho y venimos siempre con las pilas muy cargadas.
- ¿Comenzasteis muy fuerte con Will Smith, tenéis un club de fans en Hollywood? Porque parece que los invitados extranjeros se vuelcan mucho más que los nacionales, ¿no te da esa sensación?
- Tenemos gente que nos da muy buena prensa y con quien tenemos contacto. Por ejemplo cuando vino Hugh Jackman e dijo a Adam Sandler que no se podía perder el asistir a nuestro programa. Adam me mandó el otro día un mail por una historia de una película que está preparando e igual hacemos alguna tontería.
- ¿Vas a salir?
- No lo se. (risas) Muchas veces le recomiendan a otras personas que vengan al programa y eso es una ayuda tremenda.
- ¿Cómo te quedas cuándo te cuentan que vienen recomendados por otro actor?
- A mí me alucina, porque tú estás con ellos y sigues sin creerte que son ellos en realidad. Queda mal hasta contarlo, pero es espectacular, poder vivirlo.
- ¿Con actores como Will Smith con el que se ve que hay tan buena química llega un momento que te invita a su casa en Estados Unidos?
- Will me llamó a mi teléfono personal sólo para decirme que lo iba a hacer muy bien en español, todo eran amabilidades. Querían cenar con nosotros, siempre nos lo ofrecen pero yo creo que es más un gesto amable. Imagina que voy a su casa y los de seguridad que son 15 coches, creo que me retendrían seguramente. (risas)
- ¿Al empezar con el listón tan alto, cuál es el reto de la temporada?, ¿qué invitado?
- A uno que a lo mejor tenemos la tercera semana, no puedo decir nada porque en cuanto lo diga se gafa, pero llevo seis meses con gestiones personales.
- ¿Te hace ilusión a ti personalmente o es por el bien del programa?
- A mí me hace muchísima ilusión y yo creo que si viene al 'Hormiguero' sería formidable.
- El año pasado decías que te hacía ilusión que viniera Rafa Nadal, ¿este año sigues con la intención?
- Con Rafa seguimos sin conseguirlo, es encantador y simpatiquísimo pero de momento sigue dándome calabazas. (risas)
- ¿Habéis intentado traer políticos al programa?
- Los políticos tienen mucho miedo a las cosas que no están preparadas, tienen miedo a meter la pata. Las conversaciones están más o menos pensadas pero surgen cosas que no se pueden prever. Siempre intentamos hacer una entrevista amable con un político seria imposible porque le tienes que apretar, les da pavor las preguntas no previstas. Recordemos el momento de Zapatero de cuánto vale un café. Aunque he de decir que este año hay promesas muy interesantes de políticos de primer nivel, que si vienen deberán ajustarse al modo de ser del 'Hormiguero'.
- ¿Y qué os ha llamado la atención de Elsa Punset?
- Los temas que trata ella no son de Prime time, lo más parecido que tenemos en España es su padre en lo referente a divulgación de la neurociencia y es en 'la 2' a horas extrañas, el mensaje es muy denso a veces. No es fácil hacer la sección, precisa de un ritmo más lento que el programa pero la queremos hacer porque nos movemos por impulsos y si algo nos enamora lo llevamos a cabo. Ahora se están probando cosas que funcionas. Personas mayores con depresiones y Prozac que ahora ya ni se medican ni están con ninguna depresión, sin efectos secundarios, ahora que conocen y saben el idioma que habla el cerebro humano. Esto no es entretenido para el millón ochocientos que necesitamos, lo es para seiscientos mil. Hacemos las secciones porque nos enamoramos de ellas.
- Y en cuanto a la sección de Quique San Francisco, ¿tenéis ideas de por dónde va a ir?
- No, no sabemos nada, todo es una incógnita, lo que pasa es que es tan simpático que se lo perdonas todo. Recuerdo una vez en el teatro cuando hacíamos la gira juntos, la obra empezaba a las ocho y llegó a las ocho y veinticinco. En el teatro es imperdonable, todo el mundo gritando y alterada. La obra comenzaba en un coche y yo estaba allí sentado esperándolo y cuando llega le miro y me dice 'no me mires con esa cara que me estresas'. (risas) Le digo que le voy a matar y me dice 'te podías preguntar si me ha pasado algo'. Que por supuesto no le había pasado nada, pero él es así. Con Enrique vas siempre al límite, vamos a trabajar juntos todo el tiempo que podamos.
- ¿Sigues echando de menos la radio?
- Echo la radio muchísimo de menos, nadie sabe cuánto. Muchos taxistas también me echan de menos y me riñen durante el trayecto entero. Mi novia favorita será la radio es donde yo estoy a gusto y bien, porque la adaptación a hacer televisión siempre es difícil, yo no tengo la habilidad social que tienen los presentadores guapos. Yo tengo muchos problemas para no gesticular mucho, me esfuerzo, no hay que cuidar tanto la estética, detalles que a mí se me escapan. No paro de aprender y me esfuerzo, pero la radio es lo más.
- Decías que te ibas a jubilar en la radio, ¿sigues con ese pensamiento?
- Yo cambio de idea constantemente, si me dices que si haría un programa de radio no lo dudaría pero también me apetece irme a vivir a Nueva York. No sé qué pasará.
- ¿A raíz de verte tanto en televisión, se te han quitado los complejos de los que siempre hablabas?
- Sí, el complejo es algo que tienes, la televisión lo amplifica y luego se convierte en una broma, y cuando llega ese punto todo se te olvida. Yo nunca seré alto, ya todo el mundo se ríe, la gente te hace bromas. La tele es una buena terapia en ese sentido, al estar expuesto se meten mucho contigo, por lo que el golpe numero tres te duele, pero el golpe tres mil ya no lo sientes.