MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) - "Estoy más convencido que nunca tras nuestros estudios recientes de que la Tierra y sus habitantes fueron increíblemente afortunados de que la erupción de 2012 ocurriera cuando lo hizo", dice Baker. "Si la erupción se hubiera producido sólo una semana antes, la Tierra habría estado en la línea de fuego". Una tormenta similar en la actualidad podrían tener un efecto catastrófico. Según un estudio de la Academia Nacional de Ciencias, el impacto económico total podría exceder los 2.000 millones de dólares en Estados Unidos o 20 veces mayor que los costos de un huracán Katrina. En su estudio, Riley miró detenidamente a un parámetro llamado Dst, la abreviatura de "perturbación-tiempo de tormenta." Se trata de un número que se calcula a partir de las lecturas del magnetómetro alrededor del ecuador. En esencia, se mide cómo se agita el campo magnético de la Tierra cuando una CME impacta. El Dst más negativo se convierte en la peor tormenta. Tormentas geomagnéticas ordinarias, que producen auroras boreales alrededor del Círculo Polar Ártico, pero que no hacen daño, registran Dst = -50 nT (nanoTeslas). La peor tormenta geomagnética de la era espacial, que dejó sin energía eléctrica a Quebec en marzo de 1989, registrado Dst = -600 nT. Estimaciones modernas de Dst para el Evento Carrington van desde -800 nT a la asombrosa cifra de -1.750 nT. En su artículo de diciembre 2013, Baker et al. estimaron Dst para la tormenta julio de 2012. "Si ese CME había golpeado la Tierra, la tormenta geomagnética resultante habría registrado un Dst de -1,200, comparable con el Evento Carrington y dos veces pero que el apagón de 1989 apagón en Quebec." Resulta que la región activa responsable de producir la tormenta julio 2012 no lanzó un solo CME en el espacio, sino muchos. Algunos de los CMEs "limpiaron el camino" para la super tormenta. "Es probable que el evento Carrington también se asociara con múltiples erupciones, y esto puede llegar a ser un requisito clave para los eventos extremos", señala Riley. "De hecho, parece que los eventos extremos pueden requerir una combinación ideal de una serie de características clave para producir la 'tormenta solar perfecta.'"