MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) - Este exoplaneta, conocido como Proxima b, podría ser rocoso y del tamaño de la Tierra. También se encuentra en la "zona habitable" de su estrella, el área alrededor lo suficientemente caliente como para que el planeta pueda albergar agua líquida en su superficie. Atri encontró que si Proxima b tenía una atmósfera y un campo magnético como el de la Tierra, las superllamaradas no tendrían ningún efecto significativo en la biosfera del planeta. Sin embargo, si la atmósfera de Proxima b es ligeramente más delgada, o su campo magnético es mucho más débil, el mundo extraterrestre probablemente recibirá dosis de "nivel de extinción" de radiación por estos eventos. "Un aspecto importante de este trabajo es resaltar la importancia crítica de tener un campo magnético planetario significativo y un buen blindaje atmosférico", dijo Atri. "Con estos dos factores, incluso las bengalas estelares más extremas no tendrán mucho impacto en una biosfera primitiva". La nueva investigación has sido publicada en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.