MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) - La Nebulosa de Calabaza, aquí representada --que tiene el nombre técnico OH 231.8 + 04.2-- es un ejemplo espectacular de la muerte de una estrella de baja masa como el sol. Esta imagen tomada por el telescopio espacial Hublle de la NASA/ESA muestra la estrella que registra una transformación rápida de una gigante roja a una nebulosa planetaria, durante el cual expulsa sus capas externas de gas y de polvo hacia fuera en el espacio circundante. El material recientemente expulsado es escupido en direcciones opuestas con una velocidad inmensa - el gas mostrado en amarillo se mueve a cerca de un millón de kilómetros por hora. Los astrónomos rara vez captan una estrella en esta fase de su evolución porque se produce en un abrir y cerrar de ojos, en términos astronómicos. En los próximos mil años se espera que la nebulosa evolucione hacia una nebulosa planetaria de pleno derecho. La nebulosa también se conoce como la Nebulosa del huevo podrido porque contiene mucho azufre, un elemento que, combinado con otros elementos, huele a huevo podrido, pero por suerte reside a más de 5.000 años luz de distancia en la constelación de Puppis, informa la NASA.