MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ecosistemas marinos pueden cambiar por la iluminación artificial nocturna, según ha descubierto un nuevo estudio publicado en la revista 'Biology Letters'.
Los resultados indican que la contaminación lumínica de las comunidades costeras, el transporte marítimo y las infraestructuras en alta mar podría estar cambiando la composición de las comunidades de invertebrados marinos.
Científicos de las universidades de Exeter y Bangor, en Reino Unido, emplearon una balsa en el Estrecho de Menai para supervisar cómo la luz artificial en la noche afecta al asentamiento de los invertebrados marinos en nuevos hábitats. La luz es una señal importante que guía las larvas de invertebrados marinos en su búsqueda de un hábitat adecuado para establecerse, crecer y reproducirse.
Los investigadores encontraron que la luz artificial tanto suprimió como alentó la colonización por varias especies comunes de las costas británicas, como ascidias y gusanos quilla. Estas especies se conocen a menudo como sucios invertebrados porque ellos se adhieren a estructuras artificiales causando a veces problemas en las marinas, los astilleros y las instalaciones de acuicultura.
Los resultados indican que la luz artificial --cada vez más utilizada en entornos costeros-- podría fomentar esta suciedad no deseada en puertos deportivos y astilleros, además de alterar la abundancia de estas especies en un entorno más amplio en el que puedan proporcionar servicios importantes al ecosistema.
Las larvas de coral, por ejemplo, usan la luz para identificar hábitats óptimos para instalarse y crecer en las estructuras adultas de arrecifes. Como las aguas tropicales tienden a ser más claras que la luz artificial de las aguas de Reino Unido, puede penetrar más profundamente y perturbar una gama más amplia de organismos.
El doctor Tom Davies, de la Universidad de Exeter, resalta: "Sabemos que la luz artificial en la noche altera el comportamiento de muchos animales marinos, pero éste es el primer estudio que muestra que puede perturbar el desarrollo de las comunidades ecológicas en el medio marino. Se necesita más investigación con urgencia para evaluar el nivel de luz que puede considerarse seguro para que se puedan poner en marcha leyes para minimizar la contaminación lumínica en el futuro de nuevas infraestructuras y las ya existentes".
El doctor Stuart Jenkins, de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Bangor, dice: "Éste es un primer paso importante para entender la forma en la que la luz artificial puede estar afectando las estructuras costeras marinas. Nuestra investigación mostró que los niveles de luz artificial, en áreas comúnmente urbanizadas y áreas costeras desarrolladas, pueden tener efectos importantes en el desarrollo de las comunidades que habitan en las superficies duras en aguas poco profundas".
"Con la urbanización en aumento, muchas zonas costeras de todo el mundo llegarán a ser vulnerables a los efectos de la contaminación lumínica. Por lo tanto, es vital más investigación sobre cómo la luz artificial puede perturbar las comunidades marinas si queremos mitigar estos impactos", concluye Katherine Griffith, también de la Escuela de Ciencias Oceánicas.