MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) - Históricamente, septiembre es el mes en el que se observa la menor capa de hielo del Océano Ártico durante el año posterior al corto verano polar. Mientras menos hielo de verano tenga el Ártico, más tiempo le tomará al Océano Ártico volver a congelarse durante el invierno polar. Eso podría significar malas noticias para la vida silvestre del Ártico, como focas y osos polares que dependen del hielo marino para criar cachorros y cazarlos, respectivamente.