Brotes de burbujas en el magma pueden reactivar volcanes en días

Cráter del Vesubio
REUTERS
Actualizado: lunes, 1 febrero 2016 18:02

MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Anteriormente, se pensaba que las erupciones eran provocadas por una acumulación de presión causada por la lenta acumulación de magma saturado de gas bajo los volcanes durante decenas a cientos de años.

   Pero una nueva investigación ha demostrado que algunas erupciones pueden ser desencadenadas en cuestión de entre días y meses por la rápida formación de burbujas de gas en cámaras de magma muy tarde en su vida.

   Utilizando el volcán Campi Flegrei, cerca de Nápoles, en el sur de Italia, como caso de estudio, el equipo de científicos, de las universidades de Oxford y Durham en Reino Unido, y el Observatorio del Volcán Vesubio en Italia, demuestran en un artículo en 'Nature Geoscience' este fenómeno y proporcionar un mecanismo para explicar el creciente número de erupciones que se producen con poco o ningún aviso.

   El autor principal, Mike Stock, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Oxford, explica: "Hemos demostrado por primera vez que los procesos que ocurren muy tarde en el desarrollo de la cámara de magma pueden desencadenar erupciones explosivas, tal vez en unos pocos días o meses. Esto tiene importantes implicaciones para la forma en que controlamos los volcanes activos e inactivos, lo que sugiere que las señales que pensamos previamente como indicativas de la actividad pre-eruptiva --como la actividad sísmica o la deformación del terreno-- de hecho, pueden mostrar la extensión de un periodo de reposo entre las erupciones.

   "Nuestros hallazgos sugieren que, en lugar de la actividad sísmica y la deformación del suelo, la mejor señal de una inminente erupción podría ser un cambio en la composición de los gases emitidos en la superficie de la Tierra. Cuando el magma forma burbujas, la composición del gas en la superficie debe cambiar, lo que podría proporcionar una señal de advertencia temprana", añade.

   Los investigadores analizaron los diminutos cristales de un mineral llamado apatita expulsado durante una antigua erupción explosiva de Campi Flegrei. Este volcán entró en erupción por última vez en 1538, pero ha mostrado recientemente signos de advertencia.

   Al observar la composición de los cristales atrapados en diferentes momentos durante la evolución del cuerpo de magma --y con los cristales de apatita en efecto actuando como "cápsulas del tiempo"-- el equipo pudo demostrar que el magma que finalmente estalló había pasado la mayor parte de su curso de la vida en un estado libre de burbujas, convirtiéndose en gas saturado sólo muy poco antes de la erupción.

SEGUIR LAS REMESAS DE MAGMA PARA PREDECIR UNA ERUPCIÓN

   En estas condiciones de lento crecimiento de la cámara magmática, terremotos y la deformación del suelo observados en la superficie no pueden ser signos de erupción inminente, sino simplemente seguir la llegada de nuevas remesas de magma en la profundidad.

   El profesor David Pyle, del Departamento de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Oxford y coautor del artículo, subraya: "Ahora que hemos demostrado que este enfoque puede funcionar en un volcán en particular y dado que la apatita es un mineral que se encuentra en muchas sistemas volcánicos, es probable que estimule el interés en otros volcanes para ver si existe un patrón similar".

   "Esta investigación también nos ayudará a refinar nuestras ideas de lo que queremos medir en los volcanes y cómo interpretar las señales de monitoreo a largo plazo tradicionalmente utilizadas por los observadores", agrega el profesor Pyle.

   El sistema volcánico Campi Flegrei ha tenido una historia varipinta. Los romanos pensaban que una zona llamada Solfatara (donde el gas es emitido desde el suelo) era el hogar de Vulcano, el dios del fuego. Mientras tanto, uno de los cráteres en el sistema, el lago Averno, se conoce como la entrada a Hades (el inframundo) en la mitología antigua.

   Además, Campi Flegrei ha sido durante mucho tiempo un lugar de interés geológico. En 1830, Charles Lyell identificó en sus Principios de Geología madrigueras de fósiles marinas en la parte superior del Macellum de Pozzuoli (un edificio antiguo de un mercado romano), concluyendo que el suelo alrededor de Nápoles sube y baja con el tiempo geológico.

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