MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La forma dispar en que las plantas responden al creciente dióxido de carbono en la atmósfera, puede aumentar las temperaturas máximas de 3 a 5 grados en los supuestos futuros de olas de calor.
Este aumento de temperatura proyectado encontrado por investigadores australianos y publicado en Scientific Reports es más de la mitad del cambio pronosticado por el IPCC, el panel de expertos en cambio climático de la ONU.
Se prevé que los mayores cambios de temperatura que se produzca sobre los bosques de Coníferas, la tundra y las tierras agrícolas utilizados para cultivos.
"A menudo subestimamos el papel de la vegetación en los eventos de temperatura extrema, ya que no se ha incluido en suficiente detalle en los modelos climáticos hasta este punto", dijo el autor principal, Jatin Kala, de la Universidad de Murdoch.
"Estos resultados más detallados divergen pero ayudan a explicar por qué muchos modelos climáticos han subestimado el aumento de la intensidad de las olas de calor y el aumento de las temperaturas máximas en comparación con las observaciones", agregó, informa la Universidad de Nueva Gales del Sur.
Para obtener sus resultados los investigadores analizaron los datos de 314 especies de plantas en 56 sitios de campo, desde Europa a China. En particular, se investigaron los estomas, pequeños poros en las hojas de plantas que tienen dióxido de carbono y pierden agua a la atmósfera.
Anteriormente, la mayoría de los modelos climáticos suponían que todas las plantas ceden agua por carbono exactamente igual, haciendo caso omiso de la evidencia experimental que muestra una variación considerable entre los tipos de plantas. No teniendo en cuenta estas diferencias, los modelos tienen probabilidades de sobreestimar la cantidad de agua perdida en la atmósfera en algunas regiones.
Si las plantas liberan menos agua hay más calentamiento y un consiguiente aumento de la intensidad de la ola de calor.
El estudio es único porque, por primera vez, se utilizan mejor las observaciones disponibles para caracterizar diferentes estrategias de las plantas sobre el uso del agua dentro de un modelo climático global.
