Expertos consideran que muchos padres, presionados por el "prestigio social", fallan en el rol familiar

Europa Press Ciencia
Actualizado: viernes, 4 marzo 2005 17:59

PAMPLONA 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

El psiquiatra y psicoterapeuta de Santander Roberto de Inocencio afirmó ayer en Pamplona que muchos padres, "presionados por el prestigio social, el éxito y la posición", fallan precisamente en su rol como padres.

"Existe un problema de identificación de prioridades", señaló. Así lo indicó en el marco de la VIII Jornada de Pediatría de Atención Primaria, organizada por la Asociación Navarra de Pediatría, que tiene como tema principal 'Toma de decisiones en situaciones difíciles'. "En los últimos años, se ha producido un cambio brutal sociológico y las relaciones clínicas también han cambiado", dijo, Concha Bonet, pediatra y magíster en Bioética.

En una rueda de prensa, la pediatra María Luisa Arroba manifestó que son muchas las dificultades que se presentan entre pediatras y padres, como informar de una enfermedad grave, o que una familia, en la que padres y madres trabajan, admitan que es normal que un niño se acatarre y tenga fiebre doce veces al año.

A su juicio, esta es otra situación a la que se enfrentan. "Sienta fatal a los padres que tengan un catarro, porque asumir que vivimos, trabajamos y no saber con quién dejar a los niños si están con fiebre...", dijo, para añadir que existe un "problema social de cómo vas a faltar al trabajo porque el niño tenga un catarro o de quién lo va a cuidar".

Bonet manifestó que los pediatras de Atención Primaria hoy en día consideran que se lleva a los niños al médico por "cosas absolutamente banales". "La sociedad está tremendamente medicalizada", dijo, para añadir que los padres piensan que "para eso pagan y hay profesionales". En su opinión, ésta es una sociedad "tremendamente hedonista, que tolera muy poco la frustración". "Esperar a que el proceso ocurra necesita tiempo y esta es una sociedad que necesita un remedio inmediato", dijo, y agregó que la sociedad actual "consume muchos recursos y es muy poco feliz".

Concha Bonet abogó por que haya una reflexión civil sobre "a dónde vamos y que es lo que queremos". "Toda la vida los hijos han tenido fiebre y los padres lo han tratado con normalidad y yo me planteo dónde está ahora el poder de los padres y qué papel hemos jugado los médicos para quitar el papel a los padres y estemos medicalizando la vida", expuso. Por su parte, el profesor de Derecho Sanitario y Bioética de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, José María Antequera, habló de que la sociedad moderna es sumamente litigiosa y que también lo es en la medicina.

"Se producen conflictos jurídicos", expuso. Puso como ejemplo que padres separados puedan tener divergencia de opinión sobre cómo actuar ante un problema de salud de su hijo. "Puede ocurrir que, en actitud de presión, insten al pediatra para que se modifique el tratamiento de manera unilateral", dijo, y añadió que se están produciendo nuevas realidades. Según afirmó, en estas situaciones conflicto lo importante siempre es el interés del menor. "En estos conflictos entre padres, el verdadero garante, tutor de la salud del menor se traslada al pediatra", expuso.

También destacó que los pediatras tratan con menores y que, según la normativa, pueden generarse problemas sobre todo en jóvenes a partir de los 12 años, ya que entre esta edad y los 16 años, aunque la decisión es de los padres los menores "tienen derecho a ser oídos". A partir de los 16 años y hasta los 18, el menor "tiene que firmar el consetimiento informado en casos de intervención quirúrgica o prueba diagnóstica invasiva", dijo, y señaló que puede producirse un conflicto con los padres. Según el experto, en estos casos se debe realizar "lo que mejor convenga al menor", una decisión que recae sobre el pediatra u otros facultativos.

Contenido patrocinado