MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) homenajea a Cervantes en el IV centenario de su muerte con una exposición que presenta una lectura de 'El Quijote' desde la perspectiva científica.
El enfoque se realiza desde el punto de vista de los conocimientos naturales y científicos que atesora, junto con las creencias y la relación que Cervantes muestra hacia el medio natural.
La exposición se centra en cuatro ámbitos: los animales, la tecnología, la astronomía y la botánica, aunque la responsable de exposiciones del museo, Cristina Cánovas, asegura que "hay muchos más" campos del saber reflejados en la obra y que "en el Quijote hay matemáticas, hay medicina, hay alquimia...".
En total, las dos partes de 'El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha' reúnen más de un centenar de referencias de especies animales, muchas veces "humanizadas" en sus actitudes al modo medieval; hay también "muchas referencias al paisaje natural aunque en clave más literaria que descriptiva", así como muestras de "tecnología popular" como diversos sistemas de molido (molinos de viento, mazos de batán) y referencias astronómicas. "En aquel momento, la astronomía estaba en auge y eso se nota en los conocimientos de Cervantes", ha explicado.
La exposición recoge algunos de los episodios y fragmentos en que Cervantes deja traslucir dichos conocimientos a través de sus personajes, así como las confusiones presentes en su época, como incluir a los murciélagos entre las aves (pese a saber de su condición de vivíparos y su pelaje) o la creencia en que los piojos se morían al cruzar la línea del Ecuador.
"Sabrás, Sancho, que los españoles, y los que se embarcan en Cádiz, para ir a las Indias Orientales, una de las señales que tienen para entender que han pasado la línea equinoccial (el Ecuador) que te he dicho es que a todos los que van en el navío se les mueren los piojos, sin que les quede ninguno, ni en todo el bajel le hallarán, si le pesan a oro", aseguraba el ingenioso hidalgo a su escudero en el segundo tomo de la obra.
De hecho, en la obra aparecen no solamente más de cien referencias a animales (muchos de ellos domésticos) sino también a criaturas legendarias y animales exóticos, de modo que permite disponer de pistas sobre el "conocimiento disponible" en la época sobre las especies animales según Cánovas.
En cuanto a la astronomía, destaca particularmente el "gran conocimiento" de Cervantes sobre la materia, como el sistema que emplea Sancho para estimar la hora de la madrugada, basándose en un sistema empleado por los pastores a partir de la observación de las constelaciones.
"No debe de haber de aquí al alba tres horas, porque la boca de la bocina está encima de la cabeza y hace la media noche en la línea del brazo izquierdo", explica el escudero a su señor.
Sin embargo, más allá de las referencias a la ciencia más "popular", la responsable de la exposición cree que Cervantes "tuvo que leer a Copérnico, a Ptolomeo, a Mercator" y a otros "grandes científicos". "Tuvo que oír mucho y leer mucho. También controla los instrumentos de navegación que estaban en auge y que también se reflejan en 'El Quijote'", explica.
Según la responsable de la muestra, el objetivo de la instalación es, principalmente, "rendir un pequeño homenaje al más grande autor de las letras españolas y mostrar una visión del Quijote no tan conocida". En este sentido, aunque ha reconocido que "a primera vista es difícil relacionar ciencia y Quijote", también ha subrayado que Cervantes "defendió la ciencia desde la literatura" al afirmar que "la caballería andante es una ciencia que encierra en sí todas las demás ciencias del mundo".
"Si uno se pone a leer El Quijote podrá encontrar incontables citas que permiten construir una imagen no solo de Cervantes, de su cultura, sino del panorama científico de la época en que escribió, una época crítica en la que la ciencia daba sus primeros pasos hacia la Modernidad --ha asegurado Cánovas--. Era una ciencia que ya estaba dando sus pasos hacia la ciencia moderna. Se iban estableciendo conceptos e ideas e iban fermentándose hacia el siglo de oro de la ciencia moderna".