(ESTADOS UNIDOS), 5 (EUROPA PRESS)
La sonda Spirit llegó ayer a la superficie de Marte, desde donde envió una señal a la Tierra y tomó sus primeras fotografías del planeta, en el que acometerá la misión de buscar vida, según la agencia aeroespacial estadounidense NASA.
La señal del correcto funcionamiento de la máquina fue recibida con gritos de entusiasmo, saltos e incluso lágrimas de alegría en la sala de control del Jet Propulsion Laboratory en Pasadena, California, en presencia del director de la NASA, Sean O'Keefe, que felicitó a los encargados de la misión.
Los primeros datos recibidos del artefacto confirman el éxito de la misión más ambiciosa dirigida hasta el momento a Marte y contrasta con los esfuerzos europeos, hasta el momento infructuosos, de entrar en contacto con su sonda, la 'Beagle 2', llegada antes de fin de año al Planeta Rojo. La NASA parece haber resuelto esta madrugada, con la llegada de su robot al suelo marciano, la principal dificultad de su proyecto para la búsqueda de rastros de vida, incluido en la misión Mars Exploration Rover.
La sonda tocó la superficie, como estaba previsto, hacia las 5:35 hora peninsular española de hoy después de atravesar la atmósfera en seis minutos, según los encargados de la misión. Un poco menos de dos minutos antes de aterrizar, abrió su paracaídas y, veinte segundos más tarde, se liberó de la parte inferior de su protección térmica, momento en el que quedó al descubierto el robot que se encargará de tomar fotografías y enviar señales de búsqueda, el 'Mars Exploration Rover' (MER-A).
FOTOGRAFIAS DESDE MARTE
Pocas horas después de la llegada de la Spirit a Marte, los científicos recibieron la primera recompensa a su esfuerzo: sobre la pantalla del centro de control de Pasadena aparecieron las imágenes de Marte recogidas por el robot. El artefacto, situado en el cráter de Gusev, a 15 grados al sur del ecuador marciano, se comportaba como estaba previsto, había desplegado sobre la superficie del planeta sus paneles solares, había puesto en marcha su motor para iniciar la exploración y comenzaba a enviar fotografías en blanco y negro de excelente precisión. Como ya había ocurrido antes, las imágenes marcianas fueron recibidas con vítores y aplausos.
En concreto, las instantáneas del robot muestran una parte de su estructura posada sobre una superficie rocosa, ante un gran peñasco. El despliegue de los paneles solares se había realizado con normalidad y le permitirá recargar las baterías que alimentan su mecanismo y asegurar su supervivencia en el frío de Marte, que puede alcanzar temperaturas de menos cien grados centígrados. Un segundo robot, el Opportunity, idéntico al Spirit, se posará en Marte el 25 de enero para efectuar una misión parecida a la de su predecesor, pero en la otra parte del planeta.
UN VIAJE DE 478 MILLONES DE KILÓMETROS
Spirit viajó en el interior de un cohete crucero del que se separó tras haber recorrido durante siete meses los cerca de 478 millones de kilómetros que separan la Tierra de Marte. Tras la travesía, los ingenieros de la NASA habían concentrado sus temores en que los vientos marcianos fueran demasiado fuertes y en que el robot cayera en un lugar inadecuado. Por este motivo, los seis minutos de caída fueron seguidos con enorme incertidumbre y, tras el éxito de la operación, dieron paso a un estallido de alegría.
Un administrador de la NASA ya había advertido de que el "potencial de descubrimiento" de la misión era tan "real" como el "riesgo" que entrañaba. De hecho, de las 30 misiones de sonda que se han lanzado hacia Marte en los últimos 40 años, sólo doce resultaron exitosas. El robot puede desplazarse 40 metros por día marciano, esto es, más que toda la distancia recorrida por la misión estadounidense Pathfinder, cuyo mini-robot Sejourner de 10 kilogramos fue el primero en desplazarse sobre Marte en 1997.