9,51, límite del ser humano para correr los 100 metros

Actualizado: viernes, 7 agosto 2009 16:06

MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

¿Cómo de rápido puede correr un ser humano los cien metros lisos?. El actual record del mundo, que pertenece a Usain Bolt, está registrado en 9,69 segundos. Expertos en econometría de la Universidad de Tilburg, en Holanda, dirigidos por el profesor de Estadística John Einmahl, han calculado hasta dónde se puede llegar en los recortes de esa estratosférica marca, y el margen supera una décima de segundo.

Sigue habiendo margen para la mejora de los tiempos registrados por los velocistas, tanto en hombres como en mujeres, según el artículo 'Los máximos records de los 100 metros lisos según la teoría del valor extremo'.

Para determinar en cuánto pueden mejorarse los actuales registros de los cien metros lisos, Eihnmal y su equipo analizaron las mejores marcas personales de 762 atletas masculinos y 479 femeninas. Cada atleta fue registrado una vez, y los tiempos fueron seguidos entre enero de 1991 y junio de 2008. Los tiempos obtenidos antes de 1991 fueron eliminados, porque no había sistemas de detección de dopaje antes de esa fecha. Los tiempos de los hombres variaron entre 9,72 y 10,20 segundos y los de las mujeres de 10,65 a 11,38.

De acuerdo con la investigación, el tiempo más rápido que un hombre es capaz de correr los 100 metros es de 9,51 segundos, lo que bate en 0,18 segundos la marca vigente de Usain Bolt. Para las féminas, se puede bajar aún en 0,16 segundos sobre los 10,49 segundos alcanzados por Florence Griffith, lo que significaría un tiempo de 10,33 segundos. Cálculos menos precisos (con un margen del 95 por ciento) establecen marcas extremas de 9,l2 para los hombres y de 9,88 para las mujeres, informa Science Daily.

La teoría del valor extremo es una especialidad de la estadística que trata de responder cuestiones sobre eventos extremos (que son definidos por su naturaleza inusual), utilizando información sobre hechos más comunes. La teoría se aplica normalmente en el sector financiero y del seguro para estimar el riesgo de daño extremo derivado de tormentas o terremotos, con el objetivo de calcular las indemnizaciones.