Ballenas y los microorganismos que les sirven de alimento evolucionaron juntos

Ballena
R.Rinaldi/ESA
Actualizado: viernes, 19 febrero 2010 12:17

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

La evolución de las ballenas y de los microorganismos de los que se alimentan estuvo enlazada, según sugieren dos estudios de la Universidad de Oxford en Reino Unido y la Universidad de Otago en Nueva Zelanda respectivamente que se publican en la revista 'Science'. Los trabajos también detallan cómo algunos grandes peces llenaron primero el nicho ahora ocupado por las ballenas en el ecosistema oceánico hace más de 100 millones de años.

En el primer estudio, el equipo de Matt Friedman en Oxford describe el descubrimiento de varios nuevos ejemplares de peces gigantes que se alimentaban filtrando el agua y que poblaron los mares antes de las modernas ballenas francas y una variedad de tiburones y rayas que ocuparon su lugar en la cadena alimentaria.

Los investigadores creían que estos peces óseos prehistóricos sólo existieron durante un periodo corto de tiempo pero los nuevos fósiles, que tienen metros de largo y han permanecido conservados en museos sin examinar o identificar, revelan que este grupo en realidad persistió durante más de 100 millones de años durante el Mesozoico.

Al reinterpretar los antiguos descubrimientos y analizar los nuevos fósiles, este grupo de investigadores descubrió que los animales de alimentación de suspensión masiva, que tragan agua con la boca abierta y filtran alimentos mientras el agua se escapa a través de sus branquias o grandes aperturas, vivieron hace entre 170 y 65 millones de años. Durante este tiempo, ellos fueron pioneros en las estrategias únicas y muy eficaces de filtración de alimentos que se pueden observar en los vertebrados marinos más grandes que viven en la actualidad.

En otro estudio, los investigadores dirigidos por Felix Marx y Mark Uhen desde Nueva Zelanda muestran que a medida que las ballenas llenaron el nicho vacante dejado por esos animales gigantes que filtraban su alimentación, su diversidad estuvo controlada por la evolución simultánea de diatomas, un tipo común de fitoplancton y un básico de la dieta de las ballenas, junto con cambios en la temperatura oceánica.

Estos investigadores utilizaron registros de isótopos estables de oxígeno para validar la teoría de que, hace entre 30 y 40 millones de años, la evolución de ballenas, delfines y marsopas se mantuvo por episodios biológicos y climáticos.