MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
Científicos han descubierto por primera vez las quasiespecies de virus ARN en un ecosistema natural, en concreto en el lago Limnopolar de la Península Byers (Isla Livingston, en la Antártida), según se desprende de un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los resultados, que son fruto de tres años de investigaciones y se han publicado en la revista 'Molecular Ecology', indican que la diversidad de los virus de ARN es menor que la registrada en virus de ADN.
"Solo hemos encontrado virus del orden 'Picornavirales' y hemos identificado también algunos virus dominantes en el lago. En algunos casos, hasta el 70 por ciento de los virus encontrados se corresponden con una única especie, algo muy peculiar", ha señalado el científico del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid) y responsable del estudio, Antonio Alcamí.
"Este virus dominante se ha mantenido abundante y estable genéticamente durante tres años, lo que sugiere que ha encontrado un genoma optimizado -la solución evolutiva casi perfecta- para dominar el ecosistema extremo de este lago", ha añadido.
La península Byers es una de las pocas zonas de la Antártida que se descongela durante el verano y la transición de un lago cubierto de hielo en primavera a uno abierto en verano provoca cambios notables en la comunidad viral.
En este sentido, ese deshielo ha permitido a los investigadores detectar que los virus están generando más variaciones para adaptarse a un nuevo ambiente y competir con los virus que ya habitaban este medio, un fenómeno que no se conocía en la microbiología ambiental, según el CSIC.
De este modo, los virus de los tapetes microbianos en la superficie de la cuenca son arrastrados al lago y al encontrarse en un ambiente extraño sufren una mayor variación que podría ayudarles a competir con los virus dominantes en el agua.
El proyecto ha sido financiado por el Programa Polar del Ministerio de Economía y Competitividad, y la expedición fue posible por el apoyo logístico de la Unidad de Tecnología Marina, del CSIC, y del buque de investigación oceanográfica 'Las Palmas' de la Armada.
Científicos del mismo grupo de investigación fueron los primeros en identificar también la composición genética de los virus ADN presentes en los lagos de la Antártida en 2009, cerca de 10.000 especies virales en el lago Limnopolar.