La elevación del Sol determina el peligro del polvo lunar

Actualizado: martes, 21 abril 2009 18:27

MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

En los años sesenta y setenta, el Programa Apollo luchó con un minúsculo pero formidable enemigo: el pegajoso polvo lunar. Cuarenta años después, un nuevo estudio revela que las fuerzas que llevan al polvo lunar a adherirse a las superficies --que echaron a perder experimentos científicos y amenazaron la salud de los astronautas--, cambian e incluso se hacen inocuas durante el día lunar en función de la elevación del Sol.

El estudio analiza las interacciones sobre la Luna entre fuerzas electrostáticas adhesivas, el ángulo de incidencia de los rayos solares y la gravedad lunar. Su conclusión es que la adherencia del polvo lunar en superficies verticales cambia a medida que el Sol se muestra más alto en el cielo, de forma que la muy débil gravedad lunar provoca su desprendimiento.

"Antes de poder manejar el polvo, tienes que entender qué lo hace adherente", explica Brian o'Brien, autor del estudio, publicado en Geophysical Research Letters. Su estudio es el primero en medir el poder de las fuerzas adhesivas del polvo lunar, cómo cambian durante las 710 horas del día lunar y difieren según la superficie sea horizontal o vertical. O'Brien utilizó datos recogidos por el Detector de Experimentos con Polvo que fue utilizado en la superficie de la Luna en 1969, durante las misiones de los Apolos XI y XII.

El polvo lunar es el agente dañino más importante sobre la Luna, tanto sobre los instrumentos como sobre los propios alunizajes, y también sobre los propios astronautas, ya que el polvo que se pega a sus trajes se desprende al entrar en el modulo lunar, y queda flotando en gravedad cero con el riesgo de ser inhalado durante los tres días que dura el viaje de regreso a la Tierra. Se trata de partículas minúsculas del grosor de un cabello. Se cargan positivamente por efecto de la fotoelectricidad derivada de la radiación ultravioleta del Sol y los rayos X, lo que genera una poderosa fuerza adhesiva de carácter electrostática.

En su nuevo estudio, O'Brien analizó el comportamiento del polvo en paneles solares verticales y horizontales de los experimentos del Apolo. Este investigador descubrió que la elevación del Sol y el ángulo de incidencia de los rayos del Sol en la superficie vertical decrecieron y que las fuerzas electrostáticas de la célula vertical se debilitaron. Cuando el ángulo de incidencia alcanzó los 45 grados, la gravedad lunar contrarrestó las fuerzas adhesivas e hizo que el polvo se desprendiese. Todo el polvo se había desprendido con la llegada de la noche lunar.