El recuerdo de los pasos de baile depende del origen cultural

Actualizado: lunes, 14 diciembre 2009 19:38

MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

Incluso la forma en la que las personas recuerdan los movimientos de baile depende de la cultura de la que proceden, según un estudio dirigido por el Instituto Max Planck de Psicolingüística en Nimega (Países Bajos) que se publica en la revista 'Current Biology'.

Mientras que los alemanes u otros occidentales podrían pensar en términos de 'paso a la derecha, paso a la izquierda', un nómada de Namibia podría pensar más como 'paso al este, paso al oeste'. Estas diferencias no son sólo un tema lingüístico sino que reflejan diferencias en la forma en la que nuestras mentes codifican y recuerdan las relaciones espaciales.

Según explica Daniel Haun, responsable del estudio, "la mente humana varía más entre culturas de lo que solemos asumir, incluso las tareas cotidianas que nunca pensaríamos que se hacen de cualquier otra forma, como recordar movimientos corporales, se hacen de forma diferente en otros lugares".

Los investigadores sabían que las culturas diferían en la forma en que representan las localizaciones de objetos en el espacio. Pero Haun y su colega Christian Rapol explican que saber dónde están nuestras manos y pies tiene un fuerte componente 'egocéntrico' en la organización del cerebro. Por ello, se podría esperar que todas las personas recuerden los movimientos corporales de forma esencialmente similar, algo que contradicen los resultados del estudio.

Los investigadores realizaron experimentos en los que grupos de niños alemanes y Haikom de Namibia aprendían a bailar. El experimentador e instructor de baile se colocaba a su lado y les mostraba un movimiento sencillo, agitando sus manos juntas de un lado a otro en una secuencia de derecha-izquierda-derecha-derecha. Después les pedían que se dieran la vuelta para mirar en dirección opuesta y 'bailar de nuevo'.

Los niños alemanes que aprendieron con éxito el baile casi siempre movían sus manos en la secuencia derecha-izquierda-derecha-derecha con independencia de en qué dirección miraran. En contraste, los niños Haikom cambiaban la dirección de sus movimientos, de derecha-izquierda-derecha-derecha a izquierda-derecha-izquierda-izquierda dependiendo de en que dirección miraban en cada ocasión.

Según señalan los investigadores, estos nuevos descubrimientos subrayan la extraordinaria diversidad y flexibilidad de la mente humana. "Se vuelve cada vez más y más claro que no podemos simplemente extrapolar de las investigaciones de nuestras propias poblaciones u otras. Para comprender la mente humana necesitamos ampliar nuestra perspectiva y asumir la diversidad en vez de la universalidad de la cognición hasta demostrar lo contrario", añade Haun.