MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Los distintos médicos especialistas reunidos en el XXXIV Congreso Nacional de Dermatología y Venereología que está celebrando en Madrid del 25 al 27 de mayo destacaron que los tratamientos existentes para el eccema atópico deben usarse correctamente dependiendo de la intensidad de la enfermedad, según informó hoy Novartis a través de un comunicado.
La introducción hace más de tres años del pimecrolimus, de Novartis, el último fármaco aprobado para el tratamiento del eccema atópico, se produjo un cambio en el panorama terapéutico frente a esta enfermedad, ya que hasta el momento, los corticoides eran la única alternativa que tenían los pacientes para una dolencia que "condiciona gravemente la calidad de vida del enfermo y sus familias".
No obstante, y según destacó el doctor Julián Conejo-Mir, del Servicio de Dermatología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, la tendencia que predomina actualmente en el manejo del eccema atópico es utilizar corticoides en un brote grave y pimecrolimus para "las fases moderadas y leves de la enfermedad".
Conejo-Mir apunta que los corticoides tienen como principal inconveniente el hecho de que sus propiedades antiinflamatorias causen una piel fina, con lo que no estarían indicados en zonas de piel sensible "como cara y cuello", y una inmunosupresión que puede facilitar "el riesgo de cáncer", sobre todo si los corticoides "no son los adecuados y si se usan a largo plazo".
Respecto al pimecrolimus, señalaron que es un fármaco no corticoideo, inhibidor selectivo de las citoquinas inflamatorias de la piel y con una absorción sistémica "casi nula", por lo que se pueden utilizar a largo plazo. Señalaron igualmente que a diferencia de los corticoides no induce atrofia cutánea y que su seguridad está avalada "por numerosos ensayos clínicos y una amplia experiencia en la práctica clínica diaria".
