Los humanos modernos tienen un proceso único de desarrollo facial

Diferencias en la formación del cráneo
RODRIGO S LACRUZ
Actualizado: lunes, 7 diciembre 2015 19:04

   MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio ha descrito por primera vez los procesos de desarrollo que diferencian los esqueletos faciales de los neandertales de los de los humanos modernos.

   El equipo de investigación dirigido por Rodrigo Lacruz, de la New York University, ha mostrado que los neandertales, que aparecieron hace unos 200.000 años, son muy distintos de Homo sapiens en la forma en que crecen sus caras, contribuyendo a un viejo pero importante debate sobre la separación de estos dos grupos. El trabajo "La ontogenia del maxilar en neandertales y sus antepasados", aparece en Nature Communications.

   "Esta es una pieza importante del rompecabezas de la evolución", dice Lacruz, experto en paleoantropología. "Algunos han pensado que los neandertales y los humanos no deben ser considerados distintas ramas del árbol genealógico humano. Sin embargo, nuestros hallazgos, basados en los patrones de crecimiento facial, indican que son de hecho bastante distintos entre sí.

   Al llevar a cabo la investigación, el equipo se dispuso a entender los procesos morfológicos que distinguen rostros neandertales de humanos, un moderno factor potencialmente importante en la comprensión del proceso de la evolución de los humanos arcáicos a modernos.

   El hueso se forma a través de un proceso de deposición de hueso por los osteoblastos (células formadoras de hueso) y la reabsorción por los osteoclastos (hueso absorbente), que descomponen el hueso. En los seres humanos, la capa más externa de hueso en la cara se compone de grandes campos de reabsorción, pero en los neandertales ocurre lo contrario: en la capa más externa de los huesos, hay una extensa deposición de hueso.

   El equipo utilizó un microscopio electrónico y un microscopio confocal portátil para tomar imágenes de los procesos de crecimiento celular (reabsorción y deposición) que habían tenido lugar en la capa externa de los esqueletos faciales de jóvenes neandertales.

   "Los procesos celulares relacionados con el crecimiento se conservan en los huesos. La reabsorción se puede traducir en estructuras parecidas a cráteres sobre la superficie del hueso, mientras que las capas de depósitos de osteoblastos tienen una apariencia relativamente suave."

   El estudio encontró que en los neandertales, el crecimiento óseo facial por remodelación --el proceso por el cual se deposita y se reabsorbe hueso formando y dando forma al esqueleto adulto-- contribuyó al desarrollo de un saliente (prognatismo) maxilar (mandíbula superior) a causa de extensos depósitos de osteoblastos sin reabsorción compensatoria, un proceso que compartían con los homínidos antiguos. Este proceso está en marcado contraste con el de los niños humanos, cuyos rostros crecen con una acción de contrapeso mediada por la reabsorción que tiene lugar sobre todo en la parte inferior de la cara, dando lugar a una mandíbula más plana en relación con los neandertales.

   El equipo estudió varios cráneos bien conservados de niños neandertales descubiertos en 1926 en Gibraltar y en el sitio de La Quina en el suroeste de Francia, excavada en el año 1900. También compararon la remodelación por crecimiento facial con el de las cuatro caras de homínidos adolescentes del Pleistoceno Medio (hace 400.000 años) de la colección de fósiles de la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos).

   "Siempre hemos considerado a los neandertales una categoría muy diferente de homínido", dijo Lacruz. "Pero, de hecho, comparten con los homínidos africanos de mayor edad un patrón de crecimiento facial similar. En realidad los seres humanos se desviaron de la pauta ancestral. En ese sentido, la cara que es único es el rostro humano moderno, y la siguiente fase de la investigación es identificar cómo y cuándo los humanos modernos adquirieron esta vía de desarrollo de crecimiento facial".

 

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