"El rápido y fácil acceso al saber histórico y el exceso de información de la actual Sociedad del Conocimiento no pueden formar a un historiador ni suplir su papel docente"
BURGOS, 25 DE SEPTIEMBRE.- La Universidad Isabel I presenta el Grado Oficial de Historia y Geografía y Posgrados vinculados para el curso 2015/2016. Desde su Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Ignacio Martín Jiménez, Doctor en Filosofía y Letras y director del Grado de Historia y Geografía, reclama el papel docente para el estudio de las disciplinas humanísticas y propone seis claves metodológicas para la enseñanza de la Historia.
"La Sociedad del Conocimiento nos confronta con una nueva realidad de conocimientos efímeros y profusión de información"
Para el Doctor Ignacio Martín, "la Sociedad del Conocimiento nos confronta con una nueva realidad caracterizada tanto por la existencia de conocimientos efímeros como por la profusión de información". En la actualidad, un lector dedicado plenamente a la lectura, tardaría 10.000 años en leer la información que se genera en Internet cada 45 minutos. Nuestra relación con la información y el conocimiento, ha cambiado radicalmente con el acceso a Internet y en particular, con la accesibilidad a la información.
Añade el profesor, además, que la red ofrece información que puede llegar a ser "solvente y de elevada calidad" y cita ejemplos como "canales y portales temáticos y especializados, la emergencia de los MOOC (cursos online, abiertos y gratuitos), foros de discusión y un largo etcétera de recursos de aprendizaje a nuestra libre disposición".
Paradigmas educativos: ¿Puede Internet reemplazar el papel de la docencia?
"La enseñanza de la Historia no puede permanecer anclada en el paradigma educativo de una recopilación de contenidos cuya memorización se propone al alumno"
De acuerdo con esta nueva realidad, los amantes de la Historia tienen a su disposición todo lo que aparentemente necesitan. "Prácticamente podemos encontrar un video explicativo de cada episodio histórico, y hacerlo además con suficiente solvencia y credibilidad", asegura el Doctor Martín.
Pero atendiendo a este nuevo contexto social, nos pregunta "¿qué papel corresponde entonces a los centros docentes, a las universidades?, ¿cuál es nuestro valor añadido si todo el saber está ya disponible en Internet?, ¿por qué y para qué alguien estudiaría Historia, sabiendo que los mejores especialistas ya ponen al alcance todo su arsenal?".
Según Martín, la enseñanza de la Historia "no puede permanecer anclada en el paradigma educativo basado en la recopilación por parte de un experto de contenidos escritos cuya lectura y memorización se propone al alumno". Cualquier alumno tiene acceso inmediato desde su teléfono móvil a cualquier pormenor de un acontecimiento histórico. "Luego, ese", argumenta, "no debe ser el terreno en el que acreditemos la competencia de un estudiante."
Claves para la enseñanza de las disciplinas históricas
En contraposición a este modelo incompleto de aprendizaje, el director de Historia y Geografía plantea las cinco claves metodológicas necesarias para la enseñanza de las disciplinas históricas, que propone y aplica desde la Universidad Isabel I.
Enseñar a saber hacer historia, practicando historia
1. Enseñar a saber hacer historia, practicando historia: Se trata de transmitir las claves metodológicas del trabajo del historiador. Un vídeo de Youtube o el trabajo en pdf de un site especializado no es fruto de un simple relato de acontecimientos o procesos. Tras la superficie de ese saber comunicado se encuentra un background menos sencillo de describir y conceptualizar, un "saber hacer historia", "saber pensar y operar como historiador". Las claves de la metodología de la Historia no se van a aprender solo viendo buenos vídeos de historia, de la misma manera que no se aprendería a conducir solo viendo vídeos de excelentes pilotos. Se van a transmitir "practicando" Historia, investigando por sí mismos, aplicando patrones de causalidad, formulando hipótesis de interpretación.
2. Enseñar a aplicar los mismos patrones del saber histórico a la interpretación del mundo actual. Un mundo tan complejo no admite patrones simplistas. Grandes empresas anglosajonas encomiendan la alta dirección a profesionales con formación humanista. Estas compañías otorgan más importancia a una capacidad analítica basada en la multicausalidad que a la formación económica y/o empresarial. Y es que el saber del humanista, en este caso del historiador, debe ser capaz de afrontar la complejidad de los fenómenos históricos, no solo comprendiendo el pasado para comprender el presente (este es un error simplista en Historia), si no aplicando los patrones del saber histórico a la exégesis del mundo actual.
3. Orientación: confrontar al alumno con pluralidad para dotarle de un pensamiento analítico profundo: La docencia universitaria de la Historia debe adoptar un rol orientador. La interpretación histórica se nutre de la continua dialéctica conflictual porque toda interpretación está inmediatamente llamada a ser rebatida, cuestionada, contra-argumentada. Por ello, el docente debe confrontar al alumno con pluralidad de interpretaciones. Un profesor debe extenderse incluso a poner en contacto de forma crítica y analítica al alumno con esos provisorios de conocimiento avanzado, con esos recursos de aprendizaje; de tal modo que el objeto a estudiar, la Historia, se convierta en una disciplina viva, en continuo desarrollo, porque de esa pugna surge un pensamiento analítico profundo.
4. 'Expertización' y personalización: Generar un entorno personalizado de aprendizaje (PLE, por sus siglas en inglés: Personal Learning Environment) para cada alumno, que permita satisfacer sus intereses, explotar sus fortalezas y potencialidades, 'expertizarse'. "Los centros educativos no pueden seguir funcionando como fábricas decimonónicas, con generación en cadena de un producto homogéneo (el alumno), tal y como describió Sir Ken Robinson en el célebre vídeo 'Cambiando paradigmas'.
5. Profesionalizar el saber: Diseñar un planteamiento académico teniendo en cuenta las competencias profesionalizadas de los nichos de mercado accesibles al saber histórico; teniendo siempre en cuenta que, entre estos, ocupa un lugar prevalente la docencia, y, específicamente, la docencia en Enseñanza Secundaria.
La Universidad Isabel I imparte desde su Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales el Grado Oficial de Historia y Geografía y los Posgrados de Divulgación Científica, Docencia Digital y Curso para la acreditación de la cualificación en la enseñanza de Geografía e Historia, desde donde ofrece una formación científica de base aplicando estas claves metodológicas y adaptando las competencias de la disciplina al entorno profesional.
"Yo siempre digo a mis alumnos, desde el primer día, que son historiadores. No porque sea una realidad constataba, sino porque o bien nos ponemos en esa tesitura (y yo en ese nivel de exigencia) o todo lo que aprendan serán saberes estáticos, carentes de funcionalidad", concluye el director de Historia y Geografía de la Universidad Isabel I.
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*PIE DE FOTO: Ignacio Martín, director del Grado de Historia y Geografía de la Universidad Isabel I