(Información remitida por la empresa firmante)
PEKÍN, 5 de enero de 2023 /PRNewswire/ -- China ha ajustado su respuesta a la prevención y el control de la COVID-19 en las últimas semanas. Anunció que degradará la gestión de la COVID-19 de enfermedades infecciosas de Clase A a Clase B mientras reanuda la emisión de pasaportes y visados y simplifica las políticas de entrada a la frontera a partir del 8 de enero de 2023. También cambió el nombre chino de la enfermedad de "nueva neumonía por coronavirus" a "nueva infección por coronavirus".
La decisión de China ha generado críticas generalizadas de una sección de los medios de comunicación occidentales, y también de los círculos políticos e intelectuales occidentales, al igual que la política anterior de la "COVID cero dinámico". Las críticas van desde comparar el último aumento de la COVID-19 de China con una "catástrofe" que podría "poner en riesgo la economía mundial" hasta alarmismo sobre el surgimiento de "nuevos mutantes de coronavirus".
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, explicó: "Actualmente, estamos adaptando nuestras medidas de respuesta a la COVID-19 a los nuevos desarrollos de la epidemia, a fin de coordinar mejor la respuesta a la epidemia y el desarrollo socioeconómico. Creemos que, con los esfuerzos conjuntos del pueblo chino y solidaridad, marcaremos el comienzo de una nueva fase de desarrollo económico y social estable y ordenado".
La política dinámica de cero COVID de China protegió la vida de las personas y ganó tiempo para comprender el virus con base en la ciencia, para la investigación y el desarrollo de vacunas, medicamentos y terapias antivirales, y para vacunar a más personas en todo el país.
Según los últimos datos oficiales, China ha administrado más de 3.400 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 en todo el país y más del 90 por ciento de sus 1.400 millones de habitantes están totalmente vacunados. Más del 87 por ciento de las personas mayores de 60 años están completamente vacunadas. Mientras tanto, China lanzó la segunda inyección de refuerzo con 13 tipos de vacunas de la COVID-19 aprobadas para ese propósito.
Las cifras hablan por sí mismas. Hasta el día de hoy, China tiene el número más bajo de muertes por causa de la COVID-19 entre los principales países del mundo. Por el contrario, Estados Unidos, con una cuarta parte de la población de China, ha notificado más de un millón de muertes. Los últimos tres años sentaron las bases para los ajustes de política de China.
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