CÁCERES, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte prevé certificar este año 5 millones de kilos de cerezas y picotas
Ya se pueden consumir las primeras Picotas del Jerte certificadas por su Consejo Regulador. Su recolección se realiza en el mes de junio y se alarga hasta mediados de julio.
Según José Fernández, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, "la campaña de este año se está desarrollando conforme a las previsiones, las condiciones meteorológicas han sido favorables y, por lo tanto, la calidad de las Picotas del Jerte será excelente".
La mayor parte del volumen de cerezas producidas en el Valle del Jerte es conocida bajo el nombre genérico de Picotas del Jerte, que tienen como diferencia esencial del resto de las cerezas el desprendimiento del pedúnculo de forma natural en el momento de su recolección.
La Picota del Jerte engloba cuatro variedades que son: Ambrunés, Pico Negro, Pico Limón Negro y Pico Colorado y se caracterizan por contener un grado superior al habitual de azucares. El secreto está en lo crujiente que resultan en la boca, en su textura, firmeza de pulpas y piel sana.
Las Picotas del Jerte que avala el sello de la Denominación de Origen Cereza del Jerte deben cumplir los siguientes requisitos: procedencia, inmejorables condiciones físicas y recolección artesanal. Enteras, sanas, limpias y frescas, son las características que definen este fruto que llega a la mesa después de madurar naturalmente en los árboles al sol, sin estar sometido a procesos artificiales y recogidas en su punto óptimo de maduración.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte basa su modelo de producción en la calidad del producto que repercute en la salud de los consumidores y en la preocupación por la conservación del medio ambiente.
En tiempo de cosecha, el C.R.D.O.P. Cereza del Jerte, realiza inspecciones de producto en todos los almacenes inscritos para supervisar la calidad de las cerezas recolectadas por los agricultores. Sólo se admiten con el identificador o contraetiqueta numerada de la Denominación de Origen la fruta que procede de las explotaciones y parcelas inscritas y cumplen con unas condiciones muy estrictas en materia de calidad. Además, diariamente se realizan análisis en laboratorios acreditados, para detectar si contienen residuos nocivos para la salud.
Las Picotas del Jerte se producen en una zona geográfica muy concreta, que comprende el Valle del Jerte y parte de las zonas vecinas de La Vera y el Valle del Ambroz, al amparo de un microclima especial. La superficie de cultivo del cerezo se eleva a 9.644 ha., lo que convierte a esta demarcación extremeña en la mayor superficie concentrada de cerezos de Europa.
Cómo elegirlas y conservarlas.
En el mercado, se deben elegir las frutas de un color rojo oscuro o negro vivo, según la variedad. Deben estar limpias y tener una piel firme, brillante, entera y sin roturas ni imperfecciones. También es importante que no tenga malformaciones (frutos dobles).
Las Picotas del Jerte son de un tamaño ligeramente más pequeño, no tienen pedúnculo y deberemos realizar la misma comprobación que con las cerezas: que no haya podredumbre o moho en donde supuestamente debería estar unida al pedúnculo.
Una vez han alcanzado su punto, conviene guardarlas en la nevera sin lavar ni tapar; de este modo se pueden conservar hasta dos semanas.
Aportes a la salud.
La Picota del Jerte posee un 85% de agua. Esta fruta es apreciada por sus propiedades depurativas, ya que, por su suave efecto laxante, ayuda a eliminar toxinas y líquidos limpiando el organismo, además de mantener la piel sana. También, las Picotas del Jerte ayudan a reducir los niveles de ácido úrico y, por tanto, resultan de gran ayuda ya que sirven para aliviar y prevenir la gota. Junto a esta propiedad, está también la alcalinizante por lo que se recomienda a los artríticos y reumáticos.
Al ser una fruta rica en carotenos, está relacionada con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, tiene un alto contenido en fibra por lo que reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de colon y vejiga.
Más información.
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