Son la opción ideal para cuidar lo que bebemos y disfrutar de estas fechas de una forma diferente y saludable.
Madrid, 16 de diciembre (EUROPA PRESS).- La Navidad se vive en torno a una buena mesa. En estos días se multiplican las salidas y las reuniones sociales. Cada español tiene una media de entre 8 y 10 comidas y cenas de trabajo, con amigos o con familiares. Comidas copiosas, abuso de salsas y alimentos grasos, consumo de alcohol. En general, se abandonan los hábitos saludables. Por eso, durante las navidades aumentan en un 20% las urgencias hospitalarias relacionadas con estos excesos. También se produce un mayor número de accidentes de tráfico, muchos de ellos provocados por el consumo de alcohol. En torno al 30-50% del total de los siniestros están causados por este motivo. Por eso, en estas fiestas la DGT pone en marcha campañas de control de alcoholemia durante todo el día.
Sin embargo, la Navidad también es un momento en el que se rompe la monotonía y estamos más dispuestos que nunca a innovar y probar nuevas y refrescantes propuestas gastronómicas, como las que sugieren Joaquín Felipe, chef del Restaurante Europa Decó del Hotel Urban de Madrid, y José Ángel Sierra, experto en coctelería y protocolo de la Escuela Superior de Hostelería de Madrid.
La gran variedad de refrescos que existe actualmente -con o sin gas, con azúcar o light, de distintos sabores como cola, naranja, limón, bitter, gaseosa, etc.- ofrece múltiples posibilidades. Lo importante es conocer cómo combinar cada refresco con cada alimento, cómo servirlos y presentarlos.
El maridaje con la comida.
Las bebidas refrescantes están vinculadas, desde su origen y popularización, con la gastronomía. La gran variedad de sabores y de tipos entre los que se puede elegir, hacen que se puedan acompañar los distintos platos y potenciar sus matices. Actualmente, la alta cocina internacional también apuesta por acompañar los menús más elaborados con bebidas refrescantes, e incluso, utiliza algunos como ingrediente de cocina.
La clave para combinar alimentos y bebidas es el equilibrio. Cada refresco tiene unas características de sabor, aroma, intensidad, amargor o dulzor que potencian y resaltan las cualidades de los platos con los que se acompañen. En un aperitivo, la comida o la cena, se puede optar por un refresco u otro, que hará que tanto el plato como la bebida sean más apetecibles.
Las recomendaciones de Joaquín Felipe.
- El refresco de cola es ideal para acompañar carnes, embutidos o patés.
- La gaseosa combina con salsas picantes, frutos secos salados, arroces al horno, pasta, etc.
- La tónica y el bitter acompañan muy bien a los aperitivos, frutos secos, ahumados.
- El limón es muy recomendable entre plato y plato, para limpiar las papilas gustativas. También armoniza muy bien con los pescados.
- El refresco de naranja es perfecto para acompañar pasteles, turrones o frutas de temporada.
Un servicio perfecto.
La presentación es muy importante en las celebraciones navideñas. Los refrescos aportan un toque de color y elegancia a las mesas. A la hora de servirlos, hay que tener en cuenta el protocolo. Se recomienda servirlos en copas colocadas a la derecha de cada plato y mantenerlos en una cubitera hasta el momento de tomarlos.
José Ángel Sierra aconseja servir los refrescos en un recipiente abierto -un vaso o una copa- ya que favorece la percepción visual subjetiva del refresco y potencia todos sus aromas. La temperatura ideal para tomar una bebida refrescante está entre los 4º y los 8º. También es recomendable utilizar cubitos de hielo gruesos ya que tardan más en derretirse y por ello mantienen durante más tiempo la temperatura y alteran menos los sabores de la bebida.
Para acabar, un cóctel de refresco.
Los cócteles son otra forma sofisticada y glamorosa de disfrutar de las bebidas refrescantes en Navidad. Estas mezclas están muy vinculadas a las relaciones sociales y se han ido adaptando a lo largo de la historia a los gustos y modas del momento.
La gran variedad de refrescos permite elaborar distintos cócteles para acompañar cada comida o cena especial. Sus propiedades organolépticas son muy valoradas por los maestros cocteleros para potenciar, resaltar o disimular los matices amargos o dulces de las mezclas.
En Navidad, para darle un toque especial al cóctel, se pueden añadir ingredientes típicos de esta época como el turrón o las peladillas. Igualmente se puede combinar con productos de temporada como frutas del bosque como moras, grosellas y frambuesas o jarabes con esencia de especias cálidas como vainilla o canela.
También son muy recomendables en estos días los cócteles de refrescos light, casi sin calorías, para compensar las abundantes comidas y el consumo de alcohol.
Quitan la sed, no los puntos.
La Navidad es además una de las épocas del año en que se produce un mayor número de desplazamientos por carretera y de accidentes de tráfico. A la climatología adversa hay que añadir que estas múltiples celebraciones navideñas propician el consumo de alcohol lo que, además de restar puntos del carné, disminuye la capacidad de reacción al volante. Es por eso que Tráfico intensifica durante estos días los controles de alcoholemia.
Para evitar percances y sanciones, cuando se tiene que conducir conviene optar por bebidas que garanticen una conducción segura, como los refrescos, que quitan la sed pero no los puntos.
En definitiva, son múltiples las posibilidades que ofrecen los refrescos para disfrutar de una forma original de la Navidad.
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