¿Cómo pasar el verano en familia y salir indemne? ¿Cómo "reprogramar" a tu pareja y disfrutar tus vacaciones con ella? ¿Merece la pena el esfuerzo? La psicóloga Raquel Rodríguez, del Instituto Europeo de Psicología Positiva ( iepp.es) explica las tres claves fundamentales para intentarlo.
MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El verano ansiado... Esa época del año en la que, por las jornadas intensivas o las vacaciones, tenemos más tiempo para nosotr@s y para compartir con nuestra pareja; esa época del año en la que te dan ganas de sentarte -con un granizado enfrente- y dar la mano a esa persona especial; esa época del año... ¿seguida del mayor incremento anual de peticiones de divorcio y búsquedas de ayuda profesional para comenzar terapias de pareja? Lee esto si quieres llegar al otoño quemad@... solamente del sol.
Os voy a ofrecer un protocolo claro, aunque nadie dice que sea fácil de seguir, de tres pasos para reprogramar a tu pareja.
Paso uno: pregúntate si este esfuerzo merece la pena. Sé que éste es un paso duro, pero es completamente necesario. A veces, la manera más sencilla de dejar se sufrir en una situación es, simplemente, ¡dejar de estar en dicha situación!
Valora si tu relación te hace más feliz que infeliz, es decir, si frecuentemente te convierte en tu mejor versión o, por lo contrario, saca tu parte más oscura. Muchas veces buscamos arreglar relaciones que, en el fondo de nuestro interior, sabemos que no tienen arreglo. Ya sea por incompatibilidades imposibles de gestionar o asumir, por hechos sucedidos que se pueden perdonar pero no dar la ocasión de repetir, o por cambios evolutivos en cada uno que dejan tras de sí un montón de tolerancia sin ilusión. En fin, este paso es importante, más allá de lo que contestes. Si decides que no merece reprogramación ninguna, no tienes que seguir leyendo más pasos. Si decides que vale la pena, llénate de energía y repítete a ti mism@: "hay un para qué".
Este paso cambiará tu energía para bien, te llenará de determinación y las emociones son contagiosas.
· Si decides que vale la pena, llénate de energía y repítete a ti mism@: "hay un para qué".
Paso dos: si has contestado de modo afirmativo al paso primero será porque hay aspectos que te gustan y te llenan de él o ella. Pregúntate qué es lo que va bien en tu relación, qué os gusta hacer juntos, en qué sois compatibles, etcétera, y busca potenciarlo, ponerlo de manifiesto, ¡hacerlo sobresalir! Céntrate en lo bueno.
No empieces centrándote en aquello que hay que arreglar, sino en esas pequeñas cosas que van de maravilla. Es como si te fueras a cortar el pelo preocupándote más en destacar tus bonitos ojos, que en tapar esas arrugas de expresión de la frente. Si os lo pasáis genial viendo películas juntos en casa -palomitas del microondas en mano-, ¿por qué intentar pasar la tarde en un museo, cuando sabéis a ciencia cierta que uno irá caminando entre las obras a paso ligero y el otro querrá pararse a leer hasta el cartel que indica cómo hacer la evacuación en caso de incendio? Si os encanta estar solos y pasar las horas hablando de vuestras cosas, ¿por qué reservar un apartamento con la familia extensa para quince días..? Y un largo etcétera que seguro que te está viniendo a la cabeza, porque lo sufres todos los veranos.
Este paso hará que propongas planes de éxito en los que es fácil tener un buen resultado, parecerá que vais ganando todos los partidos sin esfuerzo.
· Si os encanta estar solos y pasar las horas hablando de vuestras cosas, ¿por qué reservar un apartamento con la familia extensa para quince días..?
Paso tres: Hay cosas que no van bien y que no puedes evitar que así sea. ¿O sí puedes...? Aquello que no va bien, finge que va bien hasta que empiece a mejorar, dando lo que quieres recibir.
Puede parecer una instrucción muy rara, por lo que os pondré un ejemplo aclaratorio: si quieres dejar de ser fumador y finges que no fumas durante seis meses, lo habrás conseguido. Así pues, si quieres dejar de discutir y hablas de manera calmada o respetuosa cuando tu pareja ha olvidado la crema solar, la sombrilla y hacen 40º a la sombra, lo habrás conseguido aunque sea por esta vez. ¿Qué te gustaría que fuerais cariñosos? ¡Abrázale en cada esquina como si lo fuerais! ¿Qué te encantaría recuperar el buen humor de cuando os conocisteis? Sonríe mirándole a los ojos, ríe frecuentemente. Con el tiempo, todo saldrá más espontaneo.
Este paso, conseguirá que la balanza empiece a ir hacia donde tú quieres, aunque sea dándole un empujoncillo inicial.
Bueno, vistos los pasos, os preguntareis cómo habréis reprogramado a vuestra pareja con esto. La clave es sencilla, el cambio se hace en un@ mismo y esto influye al otro implicado. No hay otra manera por una simple razón: el que quieres mejorar la relación eres tú que estás leyendo este post, no él o ella. Y eso te da a ti el gran poder y la responsabilidad de iniciar el cambio del sistema.
Este es el truco. Como dijo Gandhi: "Se tú el cambio que quieres ver en el mundo"*. Y yo añado, "o en tu pareja".
· El cambio se hace en un@ mismo y esto influye al otro implicado. No hay otra manera por una simple razón: el que quieres mejorar la relación eres tú
Autora:
Raquel Rodríguez
Psicóloga del IEPP
E-Mail: raquel.r@iepp.es
Teléfono: 91 126 82 67
Blog: estosolopuedemejorar
