MURCIA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El científico del grupo de Química Analítica de la Universitat de València (UV), nominado al premio Jaume I de la Comunitat Valenciana en investigaciones medioambientales, Miguel de la Guardia Cirugeda, ofreció hoy una charla en Murcia en la que apostó por la química para contrarrestar los propios efectos contaminantes que de ella se derivan, es decir, la denominada 'química analítica verde'.
En declaraciones a Europa Press, De la Guardia explicó que la química analítica verde, "intenta hacer una química sin efectos colaterales para el medio ambiente", y apostó por la investigación en este sentido, "sobre todo, en estos tiempos de crisis, en los que puede suponer una oportunidad de negocio y reportar ganancias a los industriales".
Este científico, que ofreció su conferencia en la Facultad de Química de la Universidad de Murcia (UMU) con motivo de una visita para impartir un curso de postgrado, explicó que sus investigaciones a este respecto se remontan al año 1994, aunque fue en 1999 cuando un se acuñó el término química analítica verde, que él prefiere cambiar por "química analítica sostenible o limpia".
En definitiva, consiste en "intentar librar a la química del efecto peyorativo que tiene, y acabar con el lastre de que la química contamina". Y es que los productos químicos "no son inocuos", aclaró, pero "están en la naturaleza, y nosotros nos dedicamos a acumularlos y determinar su composición", un proceso que "genera daños colaterales sobre los sistemas ambientales y alimentos".
Así pues, la química verde "se preocuparía porque los consumos de reactivos, disolventes y energéticos sean los menos posibles, y que los riesgos de la utilización de procedimientos químicos para los operadores y para el medio ambiente, que nuestra actividad no genere desechos, sino limpios y descontaminados".
De la Guardia reconoció que "esta es la filosofía, que se traduce en reemplazar los reactivos que se utilizaban para un proceso por otros menos tóxicos, minimizar la escala de trabajo". Así, concluyó que para frenar la situación "hace falta más química, dándole un impulso nuevo a nuestra investigación, teniendo en cuenta el binomio investigación-sociedad".
De esta forma, consideró que "en época de crisis, sobre todo, la investigación tiene que ser la base para encontrar oportunidades", ya que ser ecológicamente responsable "también es una forma de negocio, nos pueden dar dinero, y no es algo que está lejos de llevarse a cabo, nosotros publicamos un trabajo sobre este tema y la editorial nos ha pedido un libro sobre la teoría y práctica de la química analítica verde".
Si hablamos de química verde con los industriales, "muchos preguntan cuánto van a costar, nosotros les decimos a los incrédulos, que la reutilización de los residuos, para descontaminar otros residuos, la valorización e los deshechos o reducir la escala de trabajo, es algo que también le ahorra dinero o le aporta recursos", concluyó.
Actualmente, ésta química analítica verde "puede reducir la contaminación a cero y, donde antes se utilizaban litros y kilos de materia contaminante, puede convertirlo en un residuo libre, o reducirlo de kilos a gramos, algo que hemos conseguido, por ejemplo, con la contaminación de agua por metales".
