VALENCIA 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las empresas de la Comunitat Valenciana Grefusa y Emsur Saymopack, y la vitoriana Aligoplast han participado con el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) en el desarrollo de una nueva tecnología para mejorar la capacidad de reciclado de films y envases ligeros impresos, según ha informado el instituto en un comunicado.
Ha sido en el marco del proyecto europeo 'CLIPP', en el que se ha logrado obtener un material reciclado de mayor calidad de lo que hasta ahora era posible con los procesos existentes, y que puede ser empleado en la fabricación de productos de alto valor añadido como films y láminas para embalaje o piezas para los sectores de la automoción y la electrónica.
Las mismas fuentes han recordado que el plástico representa un 35 por ciento del total de materiales utilizados en el sector del envase por las ventajas que ofrece frente a otros materiales: resistencia, bajo peso, buenas propiedades barrera y capacidad de sellado, versatilidad de procesado y de diseño, bajo coste y posibilidad de reciclado. Pero el sector "sufre las consecuencias del incremento en el precio de las materias primas, mientras que se enfrenta al cumplimiento de una normativa cada vez más restrictiva para los plásticos en contacto con alimentos y a la vez que se le exige un papel protagonista en la gestión de residuos", han indicado.
Por todo ello, para las empresas transformadoras resulta "determinante" implementar sistemas de recuperación que permitan reutilizar los restos de recortes o descartes que pueden suponer entre el 10 y el 20 por ciento de la producción.
Al respecto, el investigador principal del proyecto en Aimplas, Vicent martínez, ha afirmado que el "principal problema" surge cuando se trata de recuperar restos de films impresos y laminados, ya que los materiales y aditivos empleados habitualmente colorean el material recuperado, obteniéndose films totalmente opacos, quedando su reutilización relegada a productos de bajo valor añadido, como bolsas de basura, tuberías o mobiliario urbano. Por otra parte, las tintas y adhesivos basados en compuestos orgánicos pueden descomponerse generando gases y vapores que dan lugar a un material con menores propiedades mecánicas.
Hasta ahora se han propuesto diferentes procesos físico-químicos para reciclar este tipo de materiales de forma que puedan eliminarse las tintas, adhesivos y otros contaminantes para ser utilizados en aplicaciones de mayor valor añadido. Se trata de procesos con varias etapas de trituración, prelavados o extracción que requieren consumos considerables de energía, generan residuos como fangos contaminantes e implican la gestión de disolventes con problemas medioambientales. Todo ello reduce su viabilidad económica y frena su implementación a nivel industrial.