Innova.- El IBV prersenta un estudio que "demuestra la viabilidad" del uso de césped artificial en los campos de golf

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: miércoles, 25 julio 2007 19:44

VALENCIA 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) presentó hoy los resultados del proyecto 'Golfturf' que "demuestran la viabilidad" del uso del césped artificial como alternativa al césped natural en los campos de golf de la Comunitat Valenciana, informaron fuentes de esta entidad y de la Generalitat en un comunicado.

A la presentación del estudio asistieron la subsecretaria de la Conselleria de Industria, Comercio e Innovación, Cristina Santamarina, y el director del Instituto de Biomecánica de Valencia, Pedro Vera.

Al respecto, señalaron que "se ha puesto a punto" un procedimiento para la evaluación de césped artificial destinado a la práctica del golf, con el objetivo de contribuir al desarrollo de productos que cumplan con las expectativas y necesidades más exigentes, tanto de los jugadores como los responsables de las instalaciones.

El proyecto ha estudiado la viabilidad del césped artificial para la práctica del golf en aquellas zonas, como el sur de Europa, donde el mantenimiento del césped natural "supone un alto coste económico y ambiental". Esto sucede generalmente en zonas costeras con una elevada tasa de insolación anual y con altas temperaturas.

El césped artificial es una "alternativa que permitiría subsanar la mayoría de los problemas hídricos que asocia el uso de césped natural". Si, además, se realiza una buena gestión de su diseño, instalación y mantenimiento "se puede conseguir una importante reducción de los costes de explotación", aseveraron.

Por su parte, Santamarina destacó que el IBV, como centro tecnológico, "va a ser una pieza fundamental en la que se van a basar las nuevas políticas del gobierno valenciano", al tiempo que aseguró que el nuevo compromiso para el futuro del Consell "pasa por de seguir favoreciendo la competitividad, el medio ambiente y la cohesión regional, desarrollar el sistema de innovación".

Así, explicaron que la primera fase del trabajo llevado a cabo por el IBV ha permitido la generación de un modelo de referencia de este tipo de pavimento, paso previo para estudiar la viabilidad de la implantación del césped artificial en campos de golf.

Con este fin los investigadores del IBV, mediante la realización de grupos de discusión con jugadores y con profesionales relacionados con los campos de golf, han delimitado las especificaciones funcionales y emocionales que los usuarios esperan encontrar en la práctica de este deporte.

El IBV ha desarrollado protocolos y máquinas de ensayo necesarias para evaluar los aspectos considerados como relevantes por los usuarios para cada una de las zonas del campo analizados. De esta manera, ha evaluado, en los prototipos de césped aportados por la empresa alicantina Eurograss, la interacción entre la bola y el pavimento, la interacción entre el sujeto y el pavimento y, finalmente, la interacción entre el palo y el pavimento.

La comparativa de estos ensayos con cinco campos de golf de la provincia de Alicante "demuestra que no existen diferencias entre el césped natural y el artificial en ninguno de los aspectos mencionados". Además, analizando estos aspectos el IBV "ha comprobado que el césped artificial no tiene ningún efecto lesivo añadido para la salud del golfista".

Por otro lado, apuntaron que la Universidad Miguel Hernández ha comprobado que desde un punto de vista social, la población en general valora la posible implantación del césped artificial, si bien los golfistas y gerentes de campos de golf "no son proclives a priori a dicha posibilidad".

También ha comprobado que el césped es "rentable" económicamente en las nuevas construcciones "en pocos años" y, en el caso de campos existentes en los que se evalúe su sustitución por césped artificial, la vida útil de estos pavimentos debería alcanzar como mínimo los 20 años, para rentabilizar su implantación. En esta reducción de costes "incide la reducción del consumo de agua".

De esta manera, subrayaron que Golfturf, "demuestra que la implantación del césped artificial es posible si, además de ofrecer un comportamiento similar al de la hierba natural durante la práctica deportiva, no supone una desventaja frente al natural respecto a su posible impacto medioambiental, y sus consecuencias sobre factores económicos y sociales".

De esta manera, el investigador David Rosa señaló en la presentación que la experiencia adquirida con el proyecto "podrá utilizarse en la elaboración de una normativa específica para césped artificial dirigido a su uso en golf, que garantice que los pavimentos instalados cubren las expectativas de los usuarios y evite que se instalen pavimentos que puedan suponer un riesgo para el usuario".

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