Desfile de Leticia Valera - CHRIS SERRANO
VALÈNCIA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 4.500 asistentes y diseñadores de cinco países han firmado la IV edición más internacional de la Mediterránea Fashion Week, que se ha celebrado en el histórico Palacio de la Exposición.
Casas nacionales como Devota&Lomba, Madame Sibarita, Maison Mesa, las valencianas Leticia Valera o Miguel Llopis, además de marcas internacionales como Duly Romero, Ramelle, Souraya Sahraoui y Anthias, se han dado cita en el encuentro, que ha ofrecido desfiles y actividades paralelas.
La edición, según destaca la organización, ha estado marcada por la pluralidad de lenguajes y la fuerza de la moda de autor, con un hito especial: es la primera vez que la organización celebra dos ediciones en un mismo año, reflejo de su crecimiento y de su proyección internacional.
"El éxito de esta edición confirma que València merece un lugar destacado en el mapa de la moda internacional", ha señalado Sergio Puig, director de la MFW, quien ha agradecido "el esfuerzo de un equipo de organización entregado, liderado por Vicente Segovia, director de comunicación; Helena Chust, responsable de organización; Marco Funiciello, jefe de producción técnica; Susana Segovia, como directora del backstage en maquillaje y peluquería; y Jorge Balenciano como RR.PP. y asesor de imagen".
Fiel a su sello distintivo, la Mediterránea Fashion Week ha roto con el esquema clásico de las pasarelas convencionales: las modelos han desfilado por las escaleras monumentales y los espacios nobles del Palacio de la Exposición, un enclave histórico de València convertido en escenario vivo donde moda de autor, arte y patrimonio se funden en un mismo lenguaje.
Del mismo modo, en palabras de Puig, "esto ha sido posible por el decidido apoyo de partners y colaboradores que creen en el futuro de este proyecto. Ya que, a pesar de contar con un presupuesto muy limitado para las dimensiones, envergadura y repercusión del evento, ha salido adelante. También gracias a un apoyo institucional todavía tímido, pero en cualquier caso, valioso".
El viernes 26 abrió con la diseñadora tunecina Souraya Sahraoui, con una propuesta cargada de simbolismo femenino y delicadeza poética. Su colección, inspirada en la belleza de las flores, ha fusionado tonos pastel de rosa y blanco con la sobriedad del negro, plasmados en vestidos de satén y voile que transmitían fluidez y sofisticación. Corsés estructurados, cortes sirena y acabados artesanales han dado forma a un universo que celebra la fuerza y la feminidad contemporánea con un marcado acento de Oriente Medio.
HOMENAJE A SOROLLA
A continuación, la emblemática firma española Devota&Lomba desplegó una colección de impecable patronaje, en la que la arquitectura y la pureza de líneas se han convertido en protagonistas. Inspirados en los veranos de Sorolla, los diseños han jugado con fruncidos y volúmenes que evocan el contraste entre opresión y libertad, un diseño refinado con la maestría de uno de los grandes de la moda española, esta vez con el regalo de una inspiración más mediterránea, a través de su particular homenaje a Sorolla.
Tejidos como el algodón en vichy, los linos y las sedas en una paleta dominada por los azules han dado vida a una propuesta que combina minimalismo sofisticado y tradición artesanal, reafirmando la vigencia y el legado de una de las casas más icónicas de la moda española. La tarde trajo la fusión tropical y mediterránea del colombiano Marco M. Emiliani con su firma Anthias, una propuesta colaborativa y sostenible que conectó dos mares a través de siluetas versátiles, con su colección Tròpic Mediterrani.
El cierre de este día de desfiles lo protagonizó Madame Sibarita, la marca española fundada por Patricia Emma Fernández. Con la colección Whispers of Orient, la diseñadora ofreció un viaje espiritual entre Oriente y Occidente, evocando la Ruta de la Seda y el encuentro entre Venecia y la India. Organza, terciopelo, brocados y tules se han entrelazado en un relato de lujo artesanal, con bordados zardozi realizados a mano en hilos dorados que convierten cada pieza en un objeto de arte.
La paleta cromática, marcada por negros profundos, burdeos, verdes esmeralda y dorados antiguos, ha subrayado el carácter místico y contemporáneo de una moda que trasciende lo estético para convertirse en rito y experiencia sensorial.
El sábado 27 comenzó con la sofisticación arquitectónica de la firma rumana Ramelle, con The Journey, una colección que explora la fortaleza y autenticidad de la mujer contemporánea. El diseño minimalista de las piezas se anima con un juego sutil entre estructuras arquitectónicas y transparencias delicadas. El brillo de las lentejuelas y la fineza de los encajes completan una estética sofisticada, dando como resultado una colección que refleja la feminidad moderna: fuerte, sensual y elegante.
Después, Maison Mesa presentó I'll Be Your Mirror, una colección inspirada en The Velvet Underground & Nico que reivindicó diversidad e identidad con una explosión de tejidos, color y colaboraciones artesanas. A continuación, Maison Mesa ha presentado I'll Be Your Mirror, combinando diversidad de siluetas y riqueza de tejidos; gasa, jacquard, muselina y bordados artesanales. Con colaboraciones que incluyen la línea de comercial de El Tío Claus, bolsos de piel de Anabela Boffa, joyas de Lisi Fracchia inspiradas en flores primaverales y su primera colección cápsula con Pons Quintana, con mocasines, zuecos y sandalias de piel trenzada hechas a mano.
Desde Valencia, moda consciente y sostenible de la mano de la firma Leticia Valera, que convierte la moda en herramienta de transformación social con piezas confeccionadas por mujeres en situación de vulnerabilidad, como por ejemplo las realizadas por mujeres de la cárcel de Picassent, creando así oportunidades de desarrollo económico, reinserción social, y sobre todo, motivación vital. Inspiradas en los tejidos africanos, sus diseños llenos de color y contraste transmiten empoderamiento, sostenibilidad y conexión cultural.
Además, sus colecciones impulsan experiencias transformadoras como los viajes solidarios junto a la ONG Kassumay Ayuda al Senegal, construyendo un puente entre culturas. Duly Romero emocionó con su Pinceladas del Alma, una colección que se construye como un lienzo en movimiento.
Vestidos que transforman trazos y texturas pictóricas en mikado, tafetán, organza y brocados metálicos, evocando capas etéreas y transparencias donde moda y arte se funden en un lienzo vivo. Los pétalos se convierten en metáforas de pinceladas: revelando transparencias y volúmenes.
Las texturas, inspiradas en las espátulas del lienzo, con pliegues orgánicos, superposiciones de tejidos y estructuras que se alzan con líneas puras y arquitectónicas. Un viaje textil hacia aquello que no se puede nombrar.