Agricultura convoca por 25 millones de euros las ayudas a la suscripción del seguro agrario

VALENCIA 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua ha convocado, por un importe global de 25 millones de euros, las ayudas a la suscripción de seguros agrarios del Plan Nacional de Seguros Agrarios Combinados para 2014, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

El Consell mantiene para este año el nivel de presupuesto destinado a apoyar la contratación de seguros agrarios que se aprobó para el año pasado "debido a su eficacia como herramienta para la protección de las rentas en el sector ante los daños que ocasionan pérdidas en las explotaciones", según ha explicado el director general de Producción Agraria y Ganadería, José Miguel Ferrer.

En la convocatoria, que ha sido publicada en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana, la Conselleria financia, junto a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), el 20 por ciento del coste neto del seguro y existen ampliaciones de este porcentaje en determinados casos.

Según la Generalitat, es con un 10 por ciento en las producciones procedentes de parcelas de un consejo regulador con denominación de origen o una indicación geográfica protegida; con un 10 por ciento para la cobertura frente al pixat en cítricos, y con otro 10 por ciento para las parcelas de uva de vinificación con tasa de coste del seguro superior al 22 por ciento.

También se añadirá un 10 por ciento para determinadas pólizas agrícolas cuyos asegurados sean beneficiarios potenciales y no reciban la subvención de ENESA. Toda estas subvenciones son compatibles entre sí.

En la ganadería, la subvención conjunta de ENESA y la Conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua llegará hasta el 85 por ciento para las líneas de retirada y destrucción de cadáveres de animales bovinos y al 87 por ciento para las de retirada y destrucción de cadáveres de animales no bovinos.

El seguro agrario es una herramienta especialmente diseñada para hacer frente a riesgos meteorológicos, como heladas o fuertes vientos, que pueden deteriorar la calidad del producto.