Alicante.-El 95% de los residuos son separados en el vertedero aunque la nueva planta mejorará su tratamiento

ALICANTE 17 May. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, indicó hoy que aunque "sólo un escaso 5 por ciento" de los residuos que llegan hasta el vertedero del municipio no se separan, ya que "son residuos orgánicos que van mezclados con residuos de obra o con otros que los ciudadanos no vierten en los contenedores adecuados", a finales de este año se pondrá en funcionamiento la planta de tratamiento de residuos que separará el cartón del hierro, el aluminio o el plástico.

Luis Díaz Alperi, quien hoy presentó el proyecto de la planta de tratamiento de residuos urbanos de Alicante, explicó que con esta nueva infraestructura "los residuos serán mejor tratados, y además se producirá energía que podrá costear parte de los gastos de mantenimiento de la instalación".

De esta forma, según dijo, "la planta se utilizará para residuos urbanos" como cartón, férricos, aluminio y plásticos, mientras que el actual vertedero, que "no está saturado", se seguirá usando "en temas que no sean contaminantes como escombros, ya que no producen olores ni contaminación".

En cuanto al compost que se generará en la planta, el alcalde lo calificó "de alta calidad" por lo que podrá ser usado en "agricultura y jardinería". Así, la materia orgánica se someterá a un proceso de "digestión anaeróbica" que produce biogás en un alto contenido de metano, capaz de hacer funcionar unos motores que producen "un megavatio de energía eléctrica, equivalente al consumo de 2.860 personas al año".

En esta línea, según apuntó, la instalación, "que cuenta con un presupuesto de cerca de cerca de 15 millones de euros", estará financiada en un 80 por ciento por fondos de la Unión Europea.

Por su parte, el edil de Servicios y Mantenimiento, Pablo Suárez, manifestó que el plazo de ejecución de la planta, que tendrá una capacidad de entre 180.000 a 230.000 toneladas, "finalizará en diciembre de este año".

Finalmente, según explicó, el material no aprovechable se llevará al vertedero donde en unos terrenos que se "impermeabilizan con polietileno de alta densidad", se van haciendo "cubas a terreno abierto en las que se va almacenando el rechazo", y cuando termina "esa cuba o celdilla se cierra, se saca el biogás de la fermentación del residuo que se lleva a la planta de generación de energía" para después "plantar árboles" encima de las celdillas.