Alumnos del Benlliure de Valencia escenifican un juicio para ver de cerca lo que significa el mundo de la Justicia

Los jóvenes preguntan al juez director de la sesión por el sueldo, la corrupción, Farruquito o si su función es todo lo justa que debiera

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: martes, 28 marzo 2006 17:24

VALENCIA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

Alumnos del IES Benlliure de Valencia escenificaron hoy, bajo la dirección del presidente de la sección tercera de la Audiencia Provincial, Carlos Climent, un juicio relativo a la jurisdicción de menores en el que representaron los papeles de fiscal, defensa, acusado, víctima y testigos, dentro de la iniciativa 'Educando en Justicia' que pretende transmitir a los estudiantes de ESO, FP y Bachillerato los valores y principios de la Justicia y contribuir a su educación como ciudadanos libres comprometidos.

Tras la sesión, celebrada en el Salón de Actos del centro, los estudiantes realizaron preguntas al que había sido el magistrado conductor de la vista relativas al funcionamiento del sistema judicial como el sueldo que cobran los jueces; cómo algunos "después de tanto estudiar es posible que se dejen comprar para que gane el acusado"; por el caso Farruquito; por si consideraba que tal y como está configurada la Justicia española es "todo lo justa que debiera ser" o cómo podría agilizarse para evitar que una persona acabe yendo a la cárcel años después de celebrarse el juicio.

El IES Benlliure es el primer centro de la Comunidad en el que se pone en marcha esta iniciativa, impulsada por el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Superior de Justicia, y la conselleria de Educación, cuyos máximos responsables, Juan Luis de la Rúa y Alejandro Font de Mora, estuvieron presentes durante la escenificación de la vista, representada por alumnos del equipo de mediación del centro, un servicio creado para la resolución de conflictos de forma pacífica.

El caso preparado para la representación trataba sobre una pelea por un asunto relacionado con el fútbol entre dos menores, uno de ellos, el acusado, que declaró que actuó en defensa propia, y otro, la víctima, que resultó con cinco puntos de sutura en el labio superior y que aseguró que su compañero, que ya le había agredido en otras ocasiones, le golpeó sin que él hubiera hecho provocación previa alguna.

En la sesión ficticia también compareció una testigo presencial, que ratificó la versión de la víctima y una profesora hizo las veces de psicóloga del equipo técnico de menores que había realizado un informe sobre el acusado, al que calificó como un niño conflictivo, con problemas, aunque con posibilidad de "encauzarle" con ayuda profesional.

El alumno que ejercía de fiscal, vestido con la toga correspondiente, reclamó para el menor seis meses de libertad vigilada mientras que la defensa, representada por una estudiante también convenientemente ataviada, consideraba que no habían quedado probados los hechos y reclamó la absolución o amonestación.

Durante el proceso, el magistrado fue interrumpiendo cada parte para explicar a los estudiantes reunidos en el Salón de Actos, que estaba lleno, las funciones de cada uno, la marcha de la vista e incluso intervino para declarar alguna pregunta de la defensa como improcedente. También advirtió --ante las risas de la concurrencia por la utilización por parte de la testigo de algún término malsonante-- que los jueces quieren que se reproduzca en los juicios la realidad de los hechos tal y como se han producido.

El magistrado, tras la utilización de la última palabra por parte del acusado en la que se mostró arrepentido por los hechos, dictó sentencia de forma oral en la que le condenó a cuatro meses de libertad vigilado ante el cambio de postura positivo que había comprobado en el joven en el transcurso de la vista.

Los jóvenes intérpretes destacaron a los periodistas que este proceso no se parece a los que han podido ver en las películas americanas, ya que por ejemplo la defensa no se tiene que levantar, y asumieron su papel hasta el punto que el que hacía de víctima dijo entender que se puedan poner nerviosos porque él lo había estado.

PREGUNTAS "INCISIVAS"

Al terminar la sesión, a la que siguió la proyección de un vídeo titulado '¿Qué es la Justicia'?, el conseller Font de Mora subrayó que han podido comprobar "cómo estos temas despiertan interés en la juventud" por las preguntas "muy interesantes e incisivas" realizadas y que demuestran que los jóvenes "están preocupados por su entorno y que la imagen que tenemos de cierta superficialidad no es así".

Por su parte, De la Rúa calificó de "muy positiva" la experiencia ya que vio a los jóvenes "enormemente interesados" y de los que dijo que han logrado "captar" algo que era "fundamental", y es la forma en la que los magistrados aplican y desarrollan la Justicia.

De la Rúa, que reconoció que cuando era estudiante dejaba de asistir a algunas clases para ir a la Audiencia a presenciar vistas, destacó que además "es muy necesario" que los jóvenes mediten que con el valor Justicia "está el valor libertad, tolerancia, inteligencia y comprensión entre todos". El magistrado que dirigió el proceso señaló por su parte que estas iniciativas contribuyen "mucho a la cultura cívica de las personas y algo les va a quedar".

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